Mariola Báez
Medicina general
¿Qué es una lesión de Dieulafoy? ¿Es frecuente en adultos mayores?
Esta patología es una de las causas, poco frecuente, de sangrado digestivo en adultos mayores
Aunque se cree que la enfermedad de Dieulafoy puede tener un origen genético, esta lesión, considerada de baja incidencia, se suele presentar en personas de edad avanzada afectadas por distintas patologías al mismo tiempo y, en ocasiones, hospitalizadas. También se estima, como señala la Fundación Española del Aparato Digestivo (@saludigestivo), que los pacientes que presentan esta lesión y toman medicamentos antiinflamatorios no esteroides o anticoagulantes tienen mayor riesgo de sufrir una hemorragia a consecuencia de la misma.
La lesión de Dieulafoy es una anomalía vascular que aparece, en la mayoría de los casos, en el tubo digestivo, aunque en ocasiones excepcionales se ha detectado también en otros puntos del organismo. La Sociedad Española de Anatomía Patológica (División Española de la International Academy of Pathology @IAPCentral) explica que es el anormal calibre de los vasos arteriales, que se sitúan a nivel de la submucosa gástrica, lo que puede acabar provocando una lesión en la mucosa, una ulceración que desemboca en un sangrado, generalmente de carácter agudo.
¿Se puede prevenir y tratar la lesión?
Es la rotura del vaso sanguíneo anómalo la que provoca los síntomas principales de la lesión de Dieulafoy, que suele descubrirse por la presencia de sangre en las heces o, en casos graves, por esa misma evidencia en vómitos frecuentes.
Ante cualquiera de estos síntomas, es importante realizar las pruebas diagnósticas que permitan determinar el origen de los mismos y confirmar o descartar una lesión de este tipo. Una endoscopia digestiva o una enteroscopia, si se sospecha que el vaso sanguíneo afectado se encuentra en el intestino delgado, son dos de las más habituales e imprescindibles.
Afortunadamente, los avances en la técnica endoscópica actual han permitido responder con rapidez y eficacia a la hora de tratar la lesión de Dieulafoy y sus consecuencias. Frenar el posible sangrado es el objetivo prioritario de cualquiera de estos tratamientos, algo que se logra prácticamente en el 90% de los casos.
Recurrir a métodos térmicos, que logren la coagulación del vaso afectado del que parte la hemorragia, y también a técnicas mecánicas (bandas elásticas) que consigan el mismo fin es lo habitual, en los casos en los que la lesión de Dieulafoy se manifiesta. Cuando las hemorragias se repiten de manera frecuente, el tratamiento más eficaz y definitivo suele ser quirúrgico y consiste en suturar el vaso dañado o en realizar una resección de la zona eliminando, de esta manera, la lesión.