Verónica Mollejo
Medicina general
Medicamentos con ranitidina: ¿cómo afectan a la salud de los mayores?
La ranitidina se receta para algunas dolencias que tiene mucha incidencia en la tercera edad
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS @AEMPSGOB) ha dado la bienvenida al mes de octubre con la retirada de 16 medicamentos que incluían ranitidina en su composición, una sustancia que bloquea los receptores H2 de la histamina, que se encuentran en las células que recubren el estómago, y que reduce la producción de ácido.
¿El motivo? La detección de un posible carcinógeno o, lo que es lo mismo, un agente que favorece la aparición de algunos tipos de cáncer, según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer. Este recibe el nombre de nitrosaminas y está presente en algunos alimentos, como los fritos, la cerveza y la carne, pero especialmente en el humo del tabaco.
Marcas comerciales muy conocidas en España, como Zantac, Ardoral, Alquen o Terposen, se han visto afectadas por esta medida perventiva, pues por el momento no hay ninguna evidencia de que la ranitidina haya producido daños a los pacientes que consumen este medicamento. No obstante, ¿cómo puede efectar este suceso a los mayores?
Frecuente en personas mayores
Como hemos visto anteriormente, los fármacos a base de ranitidina se emplean para reducir la producción de ácido en casos de reflujo gastroesofágico (ERGE), esofagitis erosiva o úlceras de estómago, dolencias que tienen una alta incidencia en la tercera edad.
Por ejemplo, el ERGE es una patología del aparato digestivo que afecta a más del 20% de los mayores de 70 años, tal y como expone la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (@seggeriatria). Esto se debe al deterioro que sufre el esfínter esofágico con el envejecimiento. Por otro lado, las úlceras de estómago también son más frecuentes a partir de los 50 años, sobre todo cuando el individuo toma ciertos analgésicos de manera habitual.
Ante esta situación, las personas mayores se encuentran entre los damnificados por el hallazgo, que afecta únicamente a la ranitidina de uso oral que, a su vez, puede provocar efectos secundarios como diarrea, cefaleas, vómitos, estreñimiento, fatiga o dolor muscular. Aunque en casos muy concretos y dispersos.
Para evitarlos, lo mejor es seguir la dosis recomendada por las autoridades competentes, que no suele superar los 300 miligramos. No obstante, todo depende de la dolencia a tratar y las recomendaciones del especialista.
Posibles alternativas
Por el momento, la AEMPS afirma que los pacientes no deben interrumpir sus tratamientos con ranitidina sin consultar antes con su médico de cabecera, pues los peligros que este cambio acarrea pueden ser mucho peores. Asimismo, para calmar la alarma que ha podido causar la presencia de nitrosaminas en dichos fármacos, asegura que estos no hacen daño alguno si se ingieren en cantidades muy pequeñas.
La duda ahora es: ¿a qué alternativa deben recurrir los mayores? Además de consultar a su médico para no correr ningún riesgo, existen otros medicamentos con otros principios activos que disfrutan de las mismas indicaciones terapéuticas. Es el caso de la famotidina, el omeprazol o el lansoprazol.