Mariola Báez
Medicina general
¿Por qué se está hablando de la miel de madroño como alimento efectivo contra el cáncer?
Estudios recientes apuntan a que podría resultar muy eficaz para combatir el cáncer de colon
Concretamente, ha sido el trabajo de investigación llevado a cabo conjuntamente por científicos de la Universidad de Vigo (@uvigo), la Universidad de Granada (@CanalUGR) y la Politécnica delle Marche (@UnivPoliMarche), en Italia, el que ha puesto en el punto de mira a esta variedad de miel, muy distinta a otras por su peculiar sabor amargo.
La miel que las abejas generan partiendo del néctar de las flores del árbol del madroño es un producto natural, propio de la dieta mediterránea, al igual que otros tipos de miel más frecuentes. La de madroño se ha utilizado en platos de la cocina árabe y española por su aroma intenso y sabor particular. Además, desde la antigüedad se le han atribuido propiedades antisépticas y que fortalecen el sistema inmunológico.
Ahora, este novedoso estudio abre nuevas vías para continuar investigando sobre qué puede hacer este alimento para mejorar la salud y combatir el cáncer de mayor incidencia en España, el de colon, del que se diagnostican más de 37.000 nuevos casos cada año, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (@aecc_es).
¿Qué resultados arroja la investigación realizada?
Hay que ser prudentes e insistir en que se trata de un estudio experimental, un punto de partida que servirá para abrir nuevas líneas de investigación contra el cáncer. Aun así, son resultados esperanzadores, dado que la miel de madroño ha sido capaz de frenar la proliferación de determinadas células tumorales cultivadas en laboratorio.
Su efectividad parece centrarse en algunos tipos concretos de adenocarcinoma (tumor que se origina en las células de las glándulas presentes en el tejido y las mucosas que revisten los órganos internos), como es el caso del adenocarcinoma de colon humano.
Los distintos ensayos llevados a cabo sobre los efectos de la miel de madroño en las células cancerosas apuntan a que podría regular algunos de sus genes, consiguiendo así inhibir la capacidad de estas células para migrar a otros órganos o zonas del cuerpo, reducir la posibilidad de que puedan crear nuevas colonias o áreas tumorales, y logrando incluso la muerte programada de las células enfermas.
Entre sus conclusiones, los científicos han señalado que los efectos antitumorales de la miel de madroño se fueron intensificando a medida que se incrementaba la cantidad y el tiempo de aplicación del tratamiento y que su efecto de “ataque” frente a las células dañadas no se daba en las células sanas.
Las investigaciones continúan y, quien sabe, tal vez la cura de esta grave enfermedad esté en un alimento tan sano y lleno de propiedades como la miel de madroño. Un motivo más para cuidar el planeta y a las abejas que lo habitan.