Mariola Báez
Medicina general
Mieloma Múltiple: un cáncer hematológico sobre el que continúan los avances
Se trata de una enfermedad crónica en la que las células plasmáticas proliferan en la médula ósea
Las células plasmáticas forman parte del sistema inmunitario de nuestro organismo y su misión es defenderlo ante cualquier posible infección vírica o bacteriana. Se encuentran principalmente en la médula ósea y, por distintos motivos, pueden sufrir alteraciones que hagan que crezcan sin control, dejando de cumplir su función de protección y volviéndose malignas, como explica la Sociedad Americana contra el Cáncer.
Se trata, por tanto, de uno de los tipos de cáncer del que menos se conocen las causas, por lo que su prevención resulta casi imposible, pese a representar el 10% de los cánceres hematolológicos descubiertos hasta ahora, según datos de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).
¿Cuál es el pronóstico de esta enfermedad?
Los análisis y estudios de sangre y orina son fundamentales para el diagnóstico del mieloma múltiple, así como las distintas pruebas cuyo objetivo es comprobar el estado general de los huesos (tomografías, radiografías, resonancias magnéticas…), porque estas células malignas, convertidas en tumorales, producen anticuerpos u otras sustancias (detectables mediante análisis) que pueden acabar debilitando la estructura interna de los huesos e incluso afectar a órganos concretos.
Aunque no es condición excluyente, la enfermedad suele presentarse en personas de edad avanzada y es poco frecuente, ya que cada año se detectan en España entre 3 y 5 casos por cada 100.000 habitantes. La edad media del diagnóstico son los 65 años.
Entre los principales síntomas que pueden indicar la existencia de este tipo de cáncer hematológico destacan la disnea, dificultad para respirar, las infecciones que se repiten, el cansancio y la debilidad, provocados por la anemia que suele estar asociada, la pérdida de apetito y de peso y el malestar general por el dolor en los propios huesos que, en ocasiones, se acaba traduciendo en fracturas espontáneas, roturas óseas aunque no haya existido una caída previa.
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) asegura que en muchas ocasiones, la enfermedad se detecta en un análisis rutinario, porque esta puede permanecer asintomática durante meses.
Un tratamiento concreto
El mieloma requiere tratamientos específicos que en determinadas circunstancias pueden afectar a los nervios de los brazos y las piernas. También exige revisiones periódicas que mantengan la enfermedad controlada dentro de lo posible. Los últimos avances médicos y científicos han hecho que la calidad de vida de las personas que sufren esta patología haya mejorado de forma notable en las últimas décadas y las investigaciones continúan.