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Medicina general
Los pacientes con párkinson tardan una media de entre 1 y 3 años en obtener un diagnóstico
Un tercio de los pacientes que padecen esta enfermedad nunca desarrollan temblor
Cada año se diagnostican 10.000 nuevos casos en España y el 70% tienen más de 65 años, pero un 15% son menores de 50 años. "Los pacientes tardan una media de entre 1 y 3 años en obtener un diagnóstico", alerta la doctora Mónica Kurtis Urra, directora del Programa de Trastornos del Movimiento del servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional, con motivo de la celebración este domingo del Día Mundial del Parkinson.
Actualmente, unas 160.000 personas padecen Parkinson en España. Se estima que en realidad son 300.000 pero no están todas diagnosticadas ni registradas. La prevalencia en la población oscila entre el 0,3% y el 1% en sujetos mayores de 60 años, y alcanza el 3% en los de 80 años o más. Asimismo, entre el 20 y el 25% de los pacientes afectados por esta enfermedad requieren un ingreso hospitalario anual.
La depresión puede ser la primera manifestación del Parkinson y, junto con el estreñimiento, alteración del olfato o trastorno de conducta del sueño REM, entre otros síntomas invisibles, pueden ser marcadores precoces de la enfermedad. "Se define también por la presencia de varios síntomas motores, es decir, rigidez, lentitud, temblor de reposo e inestabilidad de la marcha. No todos los pacientes tienen todos estos síntomas; de hecho, un tercio de los pacientes nunca desarrollan temblor", señala la doctora.
En la última década también se están investigando y caracterizando los múltiples síntomas invisibles que forman parte de esta enfermedad. "En algunas personas con Parkinson se puede ver afectado el sueño, el estado de ánimo, la capacidad intelectual y el sistema autonómico, dando pie a estreñimiento, sudoración, urgencia urinaria y sensación de mareo al levantarse", narra Kurtis.
Desde los años 60 se sabe que, en la enfermedad de Parkinson, existe un déficit de un mensajero cerebral denominado dopamina. Es el principal neurotransmisor entre los núcleos del cerebro que coordinan el movimiento y que se llaman ganglios de la base. "Uno de estos núcleos, que se conoce como "sustancia negra", es el principal almacén de dopamina, ya que las neuronas dopaminergicas residen aquí. En la enfermedad de Parkinson, por causas que aún no conocemos con exactitud, estas neuronas degeneran progresivamente, falta dopamina en el sistema, y el resultado es una falta de coordinación del movimiento y los síntomas motores", añade.
En la actualidad, continúa, "sabemos que también están alterados otros mensajeros cerebrales, como la acetilcolina, el GABA, la serotonina y la adrenalina, que están relacionados con otros circuitos cerebrales y con muchos de los síntomas no motores de la enfermedad".
En cuanto al diagnóstico de esta enfermedad, destaca que es clínico. Esto quiere decir que no existe ninguna prueba de imagen ni de sangre que confirme la existencia de la enfermedad, sino que el diagnóstico se basa en la historia que refiere el paciente y el examen neurológico y general.
"Es importante saber que existe un tratamiento eficaz y, por tanto, el diagnóstico precoz es fundamental", afirma la neuróloga. "Hoy por hoy, existen múltiples fármacos que ayudan a paliar los síntomas e, incluso, la posibilidad de terapias con bombas de infusión continua con apomorfina o levodopa intestinal y también cirugía mediante estimulación intracraneal o ultrasonidos (HIFU)", concluye la experta, que advierte de que se está avanzando los ensayos clínicos en terapias genéticas e inmunológicas.