Mariola Báez
Medicina general
Recomendaciones que debes seguir tras una cirugía cardiovascular
Dependiendo del tipo de intervención, la recuperación puede prolongarse semanas o meses
Aunque existen distintas terapias para tratar afecciones relacionadas con el corazón y las arterias coronarias, ante determinadas patologías o accidentes cardiovasculares, la cirugía puede ser la única vía posible y la más efectiva.
El tratamiento de la cardiopatía isquémica, la colocación de un marcapasos, un desfibrilador o una prótesis valvular; la aplicación de la técnica del bypass por obstrucción o estenosis arterial… Son muchas las enfermedades cardiacas que pueden requerir una intervención quirúrgica, como indica la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon). Algunas utilizarán técnicas mínimamente invasivas y en otras será necesario una esternotomía parcial o total, lo que llamamos una operación “a corazón abierto”.
Cualquiera de ellas se va a desarrollar en tres etapas: el preoperatorio donde, además de la realización de todo tipo de pruebas que garantizan el éxito de la intervención, tendrás la oportunidad de obtener información exhaustiva sobre ella; la intervención en sí misma y el periodo postoperatorio, en el que el propio paciente puede influir de manera determinante en que su recuperación sea óptima y se produzca en el menor tiempo posible.
¿Qué debes hacer después de una operación cardiaca?
Cada intervención es distinta y cada paciente también, por lo que no se puede hablar de tiempos ni prácticas generales, pero sí hay una serie de medidas que aconseja la Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular (@SECTVC), que favorecen una buena recuperación.
Cualquier cirugía cardiaca es compleja y, especialmente si ha sido necesaria una esternotomía, es lógico pasar parte del postoperatorio en el hospital, primero en Cuidados Intensivos y después en planta. La recuperación física se inicia en el propio hospital con paseos frecuentes y cortos, siempre dependiendo de la evolución. En algunos casos, este inicio de la actividad va acompañado de fisioterapia respiratoria, basada en una serie de ejercicios que deberán ser explicados y supervisados por un especialista.
Una vez recibida el alta, esos dos cuidados básicos han de continuar en casa, para que el organismo se recupere y se adapte, de forma progresiva, al ritmo de vida habitual. Así, los expertos aconsejan seguir dando paseos cortos varias veces al día y hacer los ejercicios respiratorios indicados por el fisioterapeuta hasta la primera revisión en consulta.
Si la intervención ha implicado una esternotomía, es básico cuidar esa herida hasta su total cicatrización siguiendo, de forma estricta, las indicaciones dadas por el equipo médico y de enfermería. Debes evitar cargar peso, permanecer agachado por periodos prolongados o forzar cualquier movimiento con los brazos, incluido sujetar el volante de un automóvil.
Una recomendación fundamental es también la necesidad de seguir las pautas de medicación establecidas con total exactitud, especialmente en el caso de iniciar un tratamiento con anticoagulantes.
En cuanto a la alimentación, salvo que el especialista establezca una dieta determinada y estricta, bastará con seguir menús saludables y equilibrados, que permitan realizar 5 o 6 comidas diarias, aunque sean de poca cantidad (la falta de apetito es normal en los primeros días).
Por último, hay que recordar la importancia de evitar hábitos nocivos, como el tabaco o el consumo excesivo de alcohol, y la necesidad de acudir de urgencia a un centro hospitalario ante cualquier síntoma anómalo: dolor torácico, secreciones de una herida, palpitaciones, aumento brusco de la sensación de fatiga, fiebre… Tras una intervención de cirugía cardiaca, la vigilancia y los cuidados posteriores son determinantes.