Mariola Báez
Medicina general
Peeling facial a los 65 años: recomendaciones y técnicas disponibles
Este tratamiento estético renueva la capa externa de la piel y puede aplicarse a cualquier edad
Nada impide mejorar el aspecto de una piel madura recurriendo a tratamientos de medicina estética específicos, que consiguen un cutis más luminoso o eliminar pequeñas manchas y arrugas de expresión, fruto del envejecimiento natural que provoca el paso del tiempo.
En realidad, un peeling médico, que ayuda a renovar las capas más externas de la dermis, está pensado para pieles que ya muestran los signos de la edad. Siempre que no exista alguna contraindicación médica, una persona de más de sesenta años puede hacerse un peeling sin correr un riesgo adicional. Sin embargo, es importante insistir en que este tipo de tratamientos requiere una consulta previa con el especialista, que será quien determine su idoneidad y el tipo de peeling adecuado en cada caso, como recuerda la Sociedad Española de Medicina Estética (@SEMEstetica).
¿Qué tipos de peelings existen?
El objetivo de un peeling es siempre eliminar las capas más externas de la piel, pero para conseguirlo pueden utilizarse distintas técnicas que profundizan en mayor o meno medida. Como explica la Fundación Piel Sana (@pielsana_ aedv), este tratamiento puede aplicarse a tres niveles: superficial, medio y profundo. Ha de ser el dermatólogo o el especialista en medicina estética quien determine cuál es el que mejores resultados puede proporcionarte, en función de tu edad y sobre todo, del estado de tu piel.
También, habrá que determinar qué técnica es la más adecuada para llevarlo a cabo, según los resultados que se quieran conseguir. Eliminar esas capas donde se muestran las imperfecciones cutáneas, puede hacerse por distintos métodos físico-químicos.
Por un lado, se encuentran los tratamientos mecánicos, conocidos como dermoabrasión. Están indicados para una exfoliación intensa, que proporcionan uniformidad al rostro. Se realiza con aparatología específica que logra hacer un “lijado” de la dermis, eliminando células muertas para favorecer el proceso de regeneración celular. Este mismo tratamiento puede realizarse a través de la técnica láser con resultados igualmente satisfactorios.
El especialista puede considerar más apropiado y efectivo recurrir a un peeling químico, que consiste en la aplicación de distintas sustancias (fenol, ácido glicólico, ácido ascórbico…) que actúan sobre las capas dérmicas a distinta profundidad y logran un efecto similar al de un peeling mecánico.
En cualquier caso, es básico el estudio previo para evitar cualquier complicación a la hora de realizar este tipo de tratamientos, que siempre deben hacerse en clínicas y centros especializados.