¿Sabes en qué consiste un programa de rehabilitación cardíaca?

Es un dato relevante que aporta la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon), que detalla además que un programa de este tipo está pensado para la recuperación de personas que padecen una cardiopatía o que han tenido una intervención quirúrgica de corazón. Estos protocolos de actuación también han demostrado su efectividad en aquello pacientes que han sufrido algún tipo de accidente cardiovascular, como un infarto o una angina de pecho.

Las tres vías de actuación de un programa de rehabilitación cardiaca

Cualquier programa de este tipo es personal e incluye distintas pautas individualizadas. Siempre será dirigido y supervisado por un cardiólogo, aunque en el desarrollo del programa intervengan otros especialistas, desde fisioterapeutas, hasta psicólogos o facultativos de Medicina Interna. Haciendo un esquema general, un programa de rehabilitación cardíaca se divide en tres “secciones” principales.

Ejercicio físico

Es parte fundamental del programa y, para que este dé resultados satisfactorios, es esencial su correcto cumplimiento. La pauta del ejercicio dependerá de la enfermedad cardíaca que se padezca o el accidente cardiovascular sufrido. Lógicamente, la rutina de ejercicios no puede ser la misma para una persona que acaba de recibir un corazón (trasplante), que para la que se establece tras un infarto de miocardio

Los ejercicios del programa tendrán en cuenta las distintas cardiopatías y la salud general del paciente. Para determinarlos, serán necesarias diversas pruebas previas, como un electrocardiograma y una prueba de esfuerzo para garantizar que los ejercicios pondrán a trabajar el corazón al ritmo adecuado según cada caso. Además, será el cardiólogo quien decida dónde debe realizarse esta parte del programa: en un centro especializado, en el propio hospital, en el centro de salud bajo la supervisión del médico de familia o con ayuda de un fisioterapeuta, por ejemplo.

Medidas de prevención secundaria 

El objetivo de un programa de rehabilitación cardíaca no solo es ayudar con la recuperación de una patología cardiovascular, sino intentar que sus consecuencias no se produzcan o no se vuelvan a repetir. Enseñar al paciente a cuidarse, evitando factores de riesgo como la hipertensión o el colesterol elevado, es también parte importante del mismo. El fomento de hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada y actividad moderada que evite el sedentarismo y la obesidad, es esencial para que la rehabilitación funcione a largo plazo.

Aspectos psicológicos

Como señalan médicos expertos, padecer una enfermedad cardíaca o haber sufrido un accidente cardiovascular puede generar un fuerte estrés y, además, quien lo haya padecido puede necesitar ayuda para incorporarse, de forma saludable y sin miedo, a su vida cotidiana. En este sentido, el programa de rehabilitación cardíaca no descuida los aspectos psicológicos, porque pueden influir en la óptima recuperación del paciente.