Mariola Báez
Medicina general
¿Qué son las miopatías y cuáles las manifestaciones habituales de este grupo de patologías?
Afectan principalmente a los grandes grupos musculares y pueden tener orígenes muy diversos
El término miopatía engloba un conjunto de enfermedades heterogéneas que tienen un rasgo común: afectar a la musculatura, de formas distintas y por causas diferentes. En algunos casos se trata de anomalías que pueden detectarse en las propias fibras musculares y en otros, de algún tipo de patología que incide en la funcionalidad del músculo, en su fortaleza y en su capacidad de movimiento.
La Fundación Española de Reumatología (SER) señala que, ante las primeras manifestaciones de una miopatía, como son el dolor, generalizado o concentrado en un determinado grupo muscular, y la limitación funcional, es necesario un diagnóstico certero, que determine la causa de la enfermedad, su tratamiento y su posible evolución.
¿Qué miopatías se conocen actualmente?
La complejidad de las miopatías radica en la variedad de sus orígenes y de sus síntomas. Entre las de mayor prevalencia destacan:
Miopatías de carácter neurológico, entre ellas la miastenia gravis (MG), una enfermedad autoinmune que afecta a la conexión neuromuscular y se caracteriza por la fatiga y debilidad muscular. Suele aparecer en personas jóvenes (hasta 35 años) o bien el adultos mayores de 60.
Miopatías derivadas de carencias nutricionales, especialmente relacionadas con la insuficiencia o deficiente absorción de la proteína, indispensable para el buen estado de fibra muscular y para la correcta contracción que genere el movimiento.
Miopatías metabólicas, aquellas que se derivan fundamentalmente de un déficit enzimático (alteraciones en el metabolismo del glucógeno o de los lípidos).
Miopatías de carácter inflamatorio que, además de provocar debilidad muscular, principalmente en las extremidades, generan inflamación en el músculo afectado.
Estas son solo algunas de las miopatías posibles pero existen otras relacionadas con la genética heredada, con trastornos endocrinológicos (enfermedades del tiroides) o incluso con la ingesta de determinadas sustancias (bebidas alcohólicas) o medicamentos.
Todas tienen en común la debilidad, generalmente progresiva, de la musculatura, unida, en ocasiones, a la atrofia del tejido muscular. Es importante señalar que este tipo de enfermedades pueden afectar no solo a los músculos “externos”, sino también a órganos vitales como el corazón o los pulmones.
El dolor muscular, repetido y sin causa que lo justifique, siempre es motivo de consulta médica. Será el especialista quien determine o descarte la necesidad de realizar pruebas específicas como un TAC, una Resonancia Nuclear Magnética (RNM) o, incluso, una biopsia muscular que indiquen, en su caso, si se trata de una miopatía y de qué tipo.