Noelia Hontoria
Medicina general
Cómo eliminar las piedras en el riñón de forma natural o asistida
En la mayoría de los casos las piedras en el riñón se expulsan solas, aunque es un proceso doloroso
Todos sabemos que una de las mejores maneras de prevenir las piedras en el riñón es tomando mucha agua. Pero lamentablemente, tal vez te estés preocupando por este asunto cuando ya han aparecido. En tal caso, toca curar. La litiasis debe ser supervisada por un médico quien, en base a tu historial clínico, te indicará los mejores remedios para eliminar las piedras en el riñón.
Tratamientos para eliminar las piedras en el riñón
El tratamiento dependerá del tamaño de las piedras, la ubicación y el paciente. Es recomendable que, una vez expulsada la piedra, ya sea por medio natural o con la intervención de un urólogo, esta se conserve y se mande a analizar.
Como decimos, puedes expulsar la piedra de forma natural. Si hay posibilidad de ello es lo más aconsejable, aunque es un proceso bastante doloroso. Según la publicación hospitalaria NISAInforma, el 95% de las piedras se expulsan por sí solas. Beber mucho líquido y hacer ejercicio ayudan a ello. Las infusiones también son muy buenas aliadas para eliminar las piedras en el riñón de forma natural, especialmente la llamada rompepiedras, pero también la de cola de caballo o la de abedul.
Es importante mantener los hábitos de prevención, ya que en el 60% de los casos estos cálculos vuelven a aparecer en el período de diez años.
Si no consigues expulsarlos por ti mismo, el médico puede valorar la posibilidad de extraerlos. Para ello, se puede realizar una litrotricia por ondas de choque, que buscará romper la piedra en tamaños muy pequeños. Es un proceso ambulatorio que no suele conllevar complicaciones, pero para el que se puede usar anestesia.
También puede optar por la cistoscopia o la ureteroscopia, dos procedimientos mediante los cuales localizará la piedra mediante un pequeño tubo que se inserta a través de la uretra y, si lo ve viable, la extraerá o la romperá en trozos más pequeños. Para esto sí se utiliza anestesia y se realiza en un hospital, aunque, si todo sale bien, no es necesario que el paciente pase la noche, si no que en el día puede volver a casa.
Por último, para las piedras más grandes o aquellas con más difícil acceso se suele recurrir a la nefrolitotomía percutánea, para la cual el paciente necesitará hospitalización. La piedra se elimina a través de un corte que se realiza desde la espalda del paciente.