Mariola Báez
Medicina general
¿Cómo afecta la quimioterapia a la salud de las venas?
Aunque los efectos secundarios son cada vez menores, pueden surgir complicaciones como la flebitis
Actualmente, la quimioterapia sigue siendo uno de los tratamientos más efectivos en la lucha contra determinados tumores malignos, tal y como señala la Asociación Española Contra el Cáncer (@aecc_es). Son varios los fármacos utilizados en estas terapias, que pueden tener una finalidad curativa o paliativa y que, en un número importante de casos, solo es posible administrarlos por vía intravenosa.
Hay que dejar claro que la quimioterapia no siempre lleva aparejados efectos negativos en las venas. Los avances en investigación farmacológica han conseguido que las distintas combinaciones de fármacos centren su actuación en las células afectadas y no en el resto del organismo. Además, las posibles complicaciones dependen de múltiples factores, desde el estado de salud de cada paciente, hasta la situación de partida de las venas y el sistema circulatorio en general como, por ejemplo, que no existan problemas de coagulación o de arteroesclerosis.
¿Qué le puede ocurrir a tus venas con la quimioterapia?
Antes de la primera inyección que inicie el tratamiento, los médicos oncólogos van a estudiar todas las opciones para que obtengas todos los beneficios posibles de la quimioterapia, minimizando riesgos y efectos secundarios.
Las complicaciones más comunes, que pueden afectar a las venas sometidas a un tratamiento de este tipo, se centran en las molestias o el dolor que pueden provocar los pinchazos reiterativos en una misma zona y, también, la posibilidad de que determinados fármacos irriten las paredes venosas provocando una inflamación importante, que se conoce como flebitis. Algunos medicamentos también pueden hacer que la vena presente cierto endurecimiento e incremento de grosor, que indica síntomas de esclerosis y puede hacer que las venas resulten más visibles de lo normal y detectables al tacto.
Soluciones para minimizar riesgos y efectos secundarios
Los tratamientos de quimioterapia son siempre específicos y personalizados. Los especialistas sanitarios emplean todos los métodos posibles para minimizar los efectos de la quimio en las venas.
En primer lugar, para evitar utilizar repetidas veces una vena periférica como vía de acceso, se recurre a un tubo fino y flexible (catéter) que va desde estas venas a una más gruesa y resistente del tórax. Esto no solo reduce las molestias habituales, también es una práctica efectiva para prevenir la flebitis. Como explica la American Cancer Society (@AmericanCancer), este catéter venoso central va a evitar que sea necesario insertar una nueva aguja en la vena en cada sesión de quimioterapia.
En tratamientos prolongados, también es habitual recurrir a un port - a- cath, un reservorio al que se conecta el catéter y que se coloca bajo la piel en la zona torácica, facilitando enormemente la administración de la medicación.
Es básico recordar dos puntos importantes. Siempre que notes molestias o dolor en la vena que sirve de vía de administración, debes consultar esta situación con el médico oncólogo. Por otra parte, no hay que olvidar que la flebitis o el endurecimiento venoso puede ser un efecto secundario pasajero que, con las medidas y los tratamientos oportunos, en muchos casos desaparece a las semanas una vez finalizado el tratamiento.