Mariola Báez
Medicina general
¿Qué relación existe entre las estatinas y la probabilidad de padecer glaucoma?
Estudios recientes apuntan a que estos fármacos podrían reducir el riesgo en un 21% en algunos casos
Las estatinas son un grupo de medicamentos utilizados habitualmente para tratar la hipercolesterolemia, es decir, están indicados para ayudar a mantener el colesterol malo (LDL) en los niveles aceptables, ya que, sus índices elevados en sangre son un factor de riesgo frente a las enfermedades cardiovasculares, como recuerda la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon). También está comprobado que las estatinas influyen en el metabolismo y absorción de otros lípidos, favoreciendo, por ejemplo, la reducción de los triglicéridos.
No todo son puntos a favor de este tipo de fármacos, muchos de ellos habituales como parte de tratamientos que siguen adultos mayores. Algunos médicos señalan que en determinados casos se ha relacionado a las estatinas con efectos no deseados como dolores musculares, problemas digestivos o incluso episodios de confusión mental.
¿Qué tiene que ver el desarrollo de un glaucoma con el colesterol y las estatinas?
En descubrir esa posible relación y los efectos que este tipo de fármacos podría provocar en la enfermedad se ha centrado el estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores del Brigham and Women’s Hospital de Boston (@BrighamWomens). Sus primeras conclusiones apuntan a que seguir un tratamientos a base de estatinas contra la hipercolesterolemia durante cinco años o más podría estar asociado a un menor riesgo de padecer glaucoma primario de ángulo abierto, el tipo de glaucoma más frecuente, como señala la Sociedad Española de Oftalmología (SEO)
El origen principal del glaucoma, la enfermedad ocular silenciosa, que no muestra síntomas, pero que implica una pérdida progresiva de visión y es una de las principales causas de ceguera, es la elevación de la presión intraocular que acaba afectando al nervio óptico.
Teniendo en cuenta las características de esta patología ocular, el estudio se basa en la posibilidad de que las estatinas, igual que reducen el colesterol en sangre y disminuyen el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular, también pueden resultar efectivas a la hora de rebajar la presión intraocular, facilitando el correcto flujo de la sangre hacia el nervio óptico y reduciendo, por tanto, el riesgo de glaucoma.
Los primeros resultados de la investigación, aún a falta de los necesarios ensayos clínicos que los confirmen, señalan que tomar estos medicamentos anti colesterol durante un lustro al menos, podría reducir el riesgo de glaucoma primario de ángulo abierto en un 21%.