Mariola Báez
Medicina general
Lo que tienes que hacer si en tu oído se ha formado un molesto tapón de cera
Algunas medidas preventivas pueden ayudar a que esto no ocurra
Tener un tapón de cerumen que obstruye el conducto auditivo es algo que ocurre con frecuencia y en principio no reviste gravedad. La cera, que producen las propias glándulas situadas en el oído, tiene una función protectora ya que evita que se pueda introducir cualquier partícula y también protege el oído frente ante infecciones que pudieran desencadenar una otitis.
Por distintas causas, las glándulas pueden producir más cera de la debida y si, además, el cerumen se endurece y no se expulsa de manera natural... ya tienes el tapón. La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL.CCC) señala como posibles causas que contribuyen a que esta anomalía se produzca, la presencia de demasiados pelos en el conducto auditivo, el mal uso de bastoncillos de algodón (que empujan el cerumen hacia el interior) y en caso de personas mayores, la utilización de audífonos.
Cómo saber si tienes un tapón de cera
En ocasiones, la tendencia a la formación de estos tapones no tiene causa alguna, simplemente nuestros oídos generan más cera de manera totalmente natural. A veces, los tapones no muestran síntomas y son detectados en una simple revisión médica de oídos y garganta. Otras, sí se manifiestan con molestias como sensación de oído taponado, “movimiento” extraño al masticar, acúfenos (zumbidos), escuchar la propia voz al hablar y, lo más importante, pérdida total o parcial de la audición, algo que requiere consulta inmediata con el especialista porque, como recuerda la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), cerca de tres millones de personas mayores de 65 años sufre algún tipo de pérdida auditiva.
A priori, los tapones no revisten peligro, pero existe el riesgo de que acaben dañando el conducto auditivo y afectando al tímpano, por lo que hay que retirarlos.
¿Cómo se extrae el tapón?
Limpiar los oídos como parte de la higiene diaria, simplemente con la punta de la toalla y por la zona externa, basta para que el oído se mantenga en buenas condiciones, salvo que la producción de cera sea excesiva, algo ante lo cual, poco puedes hacer. Si tienes tendencia a que tus oídos se taponen, el médico puede indicarte algún producto específico, de aplicación semanal, que favorezca la expulsión natural del cerumen. ¡Ojo con los remedios caseros a base de vinagre o agua oxigenada! Estas sustancias pueden ser de ayuda, pero siempre convenientemente rebajadas y siguiendo las indicaciones de tu médico para evitar dañar (incluso perforar) el tímpano.
Si el tapón ya se ha formado, para retirarlo, probablemente el especialista te indicará un producto para reblandecerlo y facilitar su extracción. Suelen ser gotas que deberás aplicar dos o tres días antes. Cuando el tapón esté suelto, en la consulta te lo podrán quitar por irrigación, es decir, aplicando agua mediante una “pera” o jeringuilla en el interior del oído, de manera que el tapón salga fácilmente. Es molesto, pero no duele.