Mariola Báez
Medicina general
Traumas craneales y exceso de fructosa en la dieta, posibles causas del inicio de alzhéimer
La alteración neuronal, en el área del hipocampo, podría ser la causa de disfunciones cognitivas
Tal y como recoge la Organización Mundial de la Salud (@OMS_es), el Alzheimer es actualmente la forma más común de demencia, acaparando entre un 60% y un 70% de los casos. Neurólogos y científicos prosiguen las investigaciones que puedan arrojar luz sobre qué produce ese deterioro cognitivo, que se traduce en pérdida de funciones y capacidades básicas de nuestro cerebro a medida que el alzhéimer avanza.
Entre las más recientes, la Fundación Alzheimer España (@AlzheimerEsp) se hace eco de un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de California Los Angeles (@UCLA), cuyas conclusiones apuntan a que determinadas contusiones cerebrales y una dieta desequilibrada, con alto contenido en fructosa, podrían ser dos de los desencadenantes de algunas de las disfunciones cerebrales, concretamente del deterioro de la memoria y de la capacidad de aprendizaje.
La causa estaría en que ambas situaciones podrían producir una descoordinación en los miles de genes que forman el núcleo de las neuronas del hipocampo, el área ubicada en el lóbulo temporal del cerebro. El estudio ahonda en la posibilidad de que sea esa falta de coordinación la que puede alterar la correcta formación de las proteínas (por exceso o por defecto), esenciales para que las neuronas funcionen correctamente.
Se trata de una investigación aún en fase experimental, pero puede resultar de máxima utilidad a la hora de establecer las bases de una dieta que ayude a prevenir el Alzheimer o, al menos, a frenar su avance. Como ejemplo, algunos primeros resultados apuntan a que determinadas sustancias, entre ellas los ácidos Omega-3, podrían jugar un papel determinante a la hora de mantener en buen estado nuestras neuronas y sus conexiones.
Una dieta saludable que ayude a prevenir la enfermedad
Dieta sana, variada y equilibrada. Esta sigue siendo la consigna a la hora de mantener el organismo, incluido nuestro cerebro, en buen estado. Los hábitos alimenticios siguen desempeñando un papel fundamental a la hora de prevenir distintas enfermedades. En este sentido, el Physicians Comittee for Responsible Medicine de Estados Unidos (@PCRM) afirma que los alimentos de origen vegetal son especialmente beneficiosos para el cerebro y ayudan a prevenir la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia.
Limitar las grasas saturadas y trans, tomar alimentos ricos en vitamina E, ingerir la suficiente cantidad de vitamina B12, incluso en forma de suplementos si fuese necesario; o evitar el consumo de metales a través de los alimentos (aluminio, cobre, mercurio) son algunas de las recomendaciones que señala como necesarias para la salud del organismo y de nuestro cerebro.