Mariola Báez
Medicina general
La vuelta a casa tras un ingreso hospitalario: qué hay que tener en cuenta
Tras el alta médica, el cuidado y la recuperación del adulto mayor continúan en el entorno familiar
Después de permanecer unos días o semanas en el hospital, recibir el alta médica y pensar en regresar a casa es un momento de gran alegría en el que también surgen dudas y temores, tanto a la persona que abandona el hospital, como a sus familiares y posibles cuidadores.
Generalmente, a un tratamiento clínico prolongado o una intervención quirúrgica le sigue un periodo de recuperación que ha de continuar, un tiempo más o menos extenso, ya fuera del hospital.
La Sociedad Española de Medicina Interna (@sociedad_SEMI), haciéndose eco del artículo del doctor David Oliver publicado en The British Medical Journal (@bmj_latest), habla del estrés que supone esa vuelta a casa, no solo para el propio paciente, sino también para el médico que da el alta porque esa transición del hospital al domicilio y los primeros cuidados pueden no ser sencillos al principio y conllevar algunos riesgos.
Preparando la salida del hospital
Cuando una persona ingresada recibe el tratamiento oportuno que logra su mejoría y los médicos confirman que ya no es necesario que continúe hospitalizada, recibirá el alta, algo que se suele anunciar con anterioridad (uno o dos días antes). Cuando sepas que vuelves a casa es importante aclarar todas las dudas que puedan surgir y realizar cualquier trámite que garantice que, si necesitas algún tipo de atención domiciliaria, la vas a recibir.
En este sentido, el Programa SPICA (Subproceso de Integración y Coordinación Asistencial) creado en la Unidad de Medicina Familiar y Comunitaria “La Laguna-Tenerife Norte” (@SanidadGobCan) señala una serie de claves importantes que harán más sencillo el regreso, entre ellas:
- Cuando sepas que te van a dar el alta, anota tus dudas y pide toda la información que necesites al equipo médico que te atiende.
- Consulta sobre la dieta que debes seguir en casa, especialmente si debes evitar la ingesta de algún alimento concreto.
- Comprueba tu propia movilidad por si necesitas alguna atención o producto de apoyo especial. Tras un periodo en el que, quizás, hayas permanecido en cama días o semanas, puede que los necesites temporalmente.
- Es básico tener claro el tratamiento que debes seguir. Tal vez algunas de las medicinas que tomabas antes del ingreso hayan sido suprimidas y, en cambio, tengas prescritos nuevos fármacos.
- Infórmate sobre el seguimiento médico posterior (curas, primera revisión, cita con especialistas…).
- Si tu traslado va a requerir un transporte sanitario específico (ambulancia), haz las gestiones oportunas para que esté coordinado.
Detalles importantes que debes tener en cuenta
En su protocolo de alta médica a un paciente, el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, señala la importancia de entregar el informe de alta, médica y de enfermería, al paciente revisándolo con él y/o con sus familiares para que pueda aclararse cualquier duda. Además, en algunos casos, puede ser imprescindible que te faciliten la medicación que vas a requerir durante las primeras 24 horas.
También es importante informarte sobre la continuidad de los posibles cuidados domiciliarios por parte de los equipos de Atención Primaria de tu centro de salud, especialmente en el caso de personas mayores que presenten fragilidad, tal y como recuerda el Servicio Andaluz de Salud (@saludand).
Tener claras las indicaciones sobre el uso de equipos médicos que puedas necesitar (sondas vesicales, equipo de oxígeno…) es de vital importancia.
Ya en casa, consejos básicos para tu recuperación
La vuelta al entorno familiar implica un proceso de recuperación que permitirá retomar las actividades cotidianas, siempre de forma progresiva, teniendo en cuenta el necesario reposo y siguiendo con rigurosa exactitud las indicaciones médicas.
Cuidar la alimentación con una dieta personalizada, incrementar y favorecer, poco a poco, la movilidad, mantener las medidas de higiene y aseo imprescindibles, controlar cualquier dispositivo médico y no precipitarte a la hora de querer avanzar más deprisa de lo que permite tu situación son medidas esenciales. Hay que tener claro que son las directrices que marque cada especialista las que van a determinar la buena evolución en casa.
Durante los primeros días tras el regreso al entorno familiar, es importante vigilar que la persona convaleciente se recupera correctamente, ya que, ante cualquier síntoma anómalo, puede ser imprescindible solicitar ayuda sanitaria inmediata.
Como ejemplo, tras volver a casa después de haber pasado por una intervención cardiovascular, entre los signos de alarma que deben ser inmediatamente consultados (y que podrían aplicarse a la mayoría de casos), la Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular (@SECTCV) señala:
- Secreciones, enrojecimiento, hinchazón o dolor anormal, que no se alivia con los medicamentos prescritos, en cualquier herida.
- Aumento brusco de la fatiga o de la sensación de falta de aire, palpitaciones.
- Pérdida de conocimiento.
- Pérdida de visión, aunque sea parcial, o de fuerza y sensibilidad en una parte de la cara o en las extremidades.
- Fiebre alta.
- Dificultad para comprender o para hablar.
Estos son algunos de los síntomas que avisan de que algo no va bien y que requieren actuar con rapidez. Aunque no hay que ser alarmistas, pues lo normal es que tras un tratamiento satisfactorio, el entorno familiar y los cuidados oportunos hagan que, una vez en el domicilio, la recuperación se acelere y la incorporación a las actividades cotidianas se produzca sin complicación alguna. Como en casa, en ningún sitio.