Mariola Báez
Medicina preventiva
Las adicciones en personas mayores, una realidad “olvidada” que exige una intervención
Alcohol, ludopatía o dependencia de determinados fármacos son algunos de los peligros que acechan
Las adicciones son un problema de salud que puede afectar a personas de cualquier segmento de la población. Aunque es cierto que su mayor incidencia se centra en adolescentes y jóvenes, el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (@EMCDDA) avisa del creciente número de adultos mayores con problemas de consumo de determinadas sustancias, con especial referencia a las bebidas alcohólicas.
Motivos principales de la adicción en el adulto mayor
Cada vez son más los organismos que consideran la dependencia que genera cualquier adicción como una enfermedad que debe ser tratada. En su informe Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas, la Organización Mundial de la Salud (@OMS_es) señala que factores psicosociales, ambientales, biológicos y genéticos desempeñan un importante papel en el desarrollo de cualquier dependencia de este tipo.
En el caso concreto de la población de más edad, es importante diferenciar entre las personas que han iniciado el consumo de drogas en su juventud, persistiendo en este hábito en la etapa adulta, y aquellos consumidores de inicio tardío.
El segundo supuesto es el que más preocupa, porque la tendencia general es que una persona, a medida que avanzan los años, intente cuidarse y adoptar hábitos de vida saludables, por lo que resulta especialmente llamativa esa conducta que hace que la adicción se genere en un adulto mayor. A este respecto, el Observatorio Europeo explica que el propio envejecimiento natural puede desencadenar un amplio espectro de problemas psicológicos, sociales o de salud que pueden convertirse en factores de riesgo.
Algún acontecimiento que cree situaciones de estrés continuado, como la jubilación, la ausencia de un ser querido, el aislamiento social o la pérdida de facultades a consecuencia de una enfermedad crónica, serían posibles desencadenantes. También, en los últimos años, se habla del estrés que puede llegar a generar la excesiva responsabilidad que recae, en ocasiones, sobre los abuelos que han de hacerse cargo de la educación y del cuidado de sus nietos.
Como explican expertos de la Sociedad Española de Patología Dual (@SEPD_es) la depresión es el trastorno mental más frecuente y común a todas las adicciones. La importancia de la detección y el tratamiento precoz de esta enfermedad en el adulto mayor resulta evidente, como medida preventiva ante las adicciones y también frente a otras patologías relacionadas con los cambios conductuales.
Medicamentos, alcohol y juego
Aunque existen muy pocos datos relativos a las adicciones en la población de más edad, se estima que el consumo de sustancias ilícitas, como el cannabis o la cocaína, es poco frecuente entre los mayores, pero no ocurre lo mismo con el alcohol y determinados medicamentos, especialmente con las benzodiacepinas y los opioides analgésicos.
En este último caso, es frecuente que la adicción se produzca de manera absolutamente involuntaria por desconocimiento de los efectos secundarios que pueden tener algunos fármacos adquiridos con o sin receta médica, o por no seguir de manera estricta la pauta adecuada de administración. El riesgo para la salud que implica la ingesta combinada de estas medicinas con el alcohol resulta especialmente preocupante en las personas mayores.
Respecto a las adicciones relacionadas con el comportamiento, como puede ser la ludopatía, la Fundación Hay Salida (@fund_hay_salida) señala que no hay mayor diferencia con la dependencia de una sustancia, ya que en ambos casos se trata una manifestación de la enfermedad de la adicción. Una enfermedad primaria y crónica que, como aclaran distintos organismos, afecta a los circuitos cerebrales relacionados con la recompensa, la motivación y la memoria.
¿Cómo se tratan las adicciones en personas mayores?
Como hemos señalado, la prevención y detección precoz es fundamental a la hora de frenar a tiempo cualquier conducta adictiva. En cuanto al tratamiento, siempre tendrá que ser personal y global, teniendo en cuenta lo complejo de este tipo de trastornos en los que no solo puede existir una dependencia evidente a una determinada sustancia o actividad, sino que detrás suele haber serias alteraciones psicológicas o mentales.
Es importante señalar que está comprobado el tratamiento adecuado de las adicciones tiene una alta efectividad en la población mayor y que los distintos programas terapéuticos dan resultados positivos en un elevado porcentaje.
Cualquier acción de este tipo va a comprender medidas diversas. En primer lugar, se establecerán las pautas y el control médico necesario para reducir de manera progresiva la dependencia a una sustancia determinada minimizando posibles circunstancias adversas. Paralelamente y en la mayoría de los casos, resultará imprescindible poner en práctica distintas terapias psicológicas que ayuden a la recuperación.
El adecuado seguimiento médico, las terapias individuales o de grupo encaminadas a lograr cambios conductuales y el apoyo del entorno, especialmente de los familiares, serán determinantes para lograr la recuperación cuanto antes, evitando riesgos para la propia salud y la calidad de vida que implica, en el adulto mayor, el hecho de sufrir esta enfermedad.