Mariola Báez
Medicina preventiva
¿Qué son los baños de asiento y cuándo resultan recomendables?
Este sencillo tratamiento proporciona un gran alivio, de manera inmediata, ante distintas patologías
Es un remedio “de toda la vida” y también un tratamiento de hidroterapia que resulta especialmente eficaz a la hora de tratar dolencias relacionadas con los órganos genitales, el aparato urinario y la zona anal.
La Sociedad Española de Medicina Interna (@Sociedad_SEMI) incluye los baños de asiento como uno de los protocolos más eficaces para aliviar la inflamación y el escozor que provocan las hemorroides. También pueden resultar muy recomendables a la hora de hacer frente a infecciones de orina, a enfermedades como la candidiasis vaginal, o a dolencias como el prurito anal, que como explica la Fundación Piel Sana (@pielsana_aedv), es una afección de orígen diverso que porovoca una fuerte irritación en la piel de esta zona especialmente sensible. En ningún caso estos baños son sustitutos del tratamiento médico necesario para combatir estas patologías, pero pueden ser una gran ayuda para quien las padece.
¿Cómo se prepara un baño de asiento?
Este baño consiste simplemente en cubrir con agua la parte de tu cuerpo que va desde la zona inferior del abdomen hasta la mitad de los muslos. Puedes dártelo en la propia bañera o en algún asiento de ortopedia, específico para este fin, que puedas adaptar a ella, al bidé o incluso al sanitario.
Lo más importante a la hora de realizar el baño es controlar la temperatura del agua y saber cuándo puede resultar conveniente añadirle algún producto natural, como hierbas o plantas medicinales, que potencien sus beneficios.
Como norma general, el tratamiento debe realizarse con agua templada aunque existen algunas excepciones. Por ejemplo, cuando las hemorroides presentan una inflamación importante, recurrir a un baño frío puede suponer un gran alivio casi inmediato. En cambio, si de lo que se trata es de lograr un efecto relajante en glúteos y área anal, mejorando además, la microcirculación de la zona, el agua caliente (sin que llegue a resultar molesta) resultará más apropiada (contribuirá a la dilatación de los vasos sanguíneos)
Si tu baño de asiento tiene fines terapéuticos, es decir, recurres a él no solo como medida de higiene, sino buscando alivio frente a distintas molestias, es preferible no añadir al agua productos como geles o sales de baño, salvo que se trate de jabones de ph neutro. En cambio, para determinadas patologías, puede resultar beneficioso incorporar algunas esencias naturales. La manzanilla, con sus propiedades antiinflamatorias y calmantes, es eficaz a la hora de reducir la hinchazón y el dolor de la zona afectada; el tomillo y la lavanda contribuyen a combatir las infecciones bacterianas y el aceite esencial de romero es un buen aliado cuendo es importante estimular la circulación sanguínea.
Dado su carácter externo y su ingrediente principal: el agua, los baños de asiento son inocuos y no presentan contraindicación alguna pero, antes de añadirle cualquier producto (incluso de origen natural) debes consultar previamente con el médico o farmacéutico.