Victoria Herrero
Medicina preventiva
Los posibles beneficios del agua termal a nivel físico y emocional
Gracias a su composición de minerales, estas aguas actúan en numerosas patologías y dolencias
En numerosas ocasiones hemos oído hablar de las propiedades de las aguas termales. Este tipo de aguas mineromedicinales surgen de las capas subterráneas de la Tierra donde se encuentran a mayor temperatura y gracias a su alta composición mineral es un elemento muy usado a nivel terapéutico para calmar tanto dolencias físicas como emocionales. Por eso, no es de extrañar que a muchas personas mayores se les recomiende una terapia en un balneario para beneficiarse de esos saludables componentes.
Tipos de aguas termales y sus beneficios
Estas aguas mineromedicinales tienen una clasificación atendiendo a su composición, como explican desde la Asociación Nacional de Balnearios (@BalneariosAnbal), lo que las hace específicas, en cada caso, a diferentes tratamientos. Conozcamos algunas de ellas:
- Las aguas ricas en ácido carbónico libre actúan a nivel externo como un potente vasodilatador, al tiempo que ayuda a solventar molestias del aparato circulatorio como la hipertensión.
- Las que tienen en su composición un alto porcentaje de hierro son beneficiosas para aquellas personas que se encuentran a dieta, así como a las que están en un proceso de convalecencia o tienen problemas de hipertiroidismo.
- Para las mujeres en la época de la menopausia o que padezcan osteoporosis, las aguas fluoradas (ricas en flúor) son las adecuadas.
- Por su parte, las aguas sulfurosas son indicadas cuando el paciente tiene dolencias reumáticas, dermatológicas o si padecen procesos respiratorios crónicos.
Con esta aproximación a algunas de las distintas clases de aguas termales nos podemos hacer una idea de sus múltiples beneficios a nivel físico. Además, no podernos olvidarnos que una terapia basada en aguas medicinales ayudará a recuperarse de procesos catarrales, regulará el tracto digestivo (cuando es bebida), actuará para tratar enfermedades de las vías urinarias, calmará la piel en caso de irritaciones o rojeces; además de ayudar al rejuvenecimiento de la dermis gracias a los minerales y oligoelementos presentes en su composición.
Una ayuda a nivel emocional
Pero no solo sumergirse en esas aguas nos vendrá bien a nivel físico. Se ha demostrado que pasar unos días en un balneario haciendo una terapia termal nos beneficiará en casos de ansiedad, trastornos depresivos o si sufrimos molestas migrañas.
Estar sometido a una fuerte tensión emocional o física puede hacer mella en nuestro estado de ánimo. Gracias a una estancia en estas instalaciones termales, uno puede olvidarse durante algunos días de todos esos problemas que le esperan fuera. Y es que darte un baño en estas aguas hace que los músculos se relajen, al tiempo que a la mente le invade una sensación de bienestar y calma.