Mariola Báez
Medicina preventiva
Claves para cuidar tu visión y tener unos ojos sanos
Mariola Báez
Miércoles 27 de noviembre de 2019
ACTUALIZADO : Miércoles 27 de noviembre de 2019 a las 6:20 H
3 minutos
Unas simples medidas y la revisión periódica con el oftalmólogo pueden prevenir patologías oculares
Igual que cuidamos cualquier otro órgano de nuestro cuerpo, los ojos y la salud visual son tanto o más importantes, sobre todo teniendo en cuenta que, a medida que pasan los años, cierta pérdida de visión es habitual. Tener unos ojos sanos es básico para llevar un envejecimiento activo y poder continuar haciendo actividades tan comunes como leer un libro, observar el entorno o fijar la vista frente a una pantalla de televisión u ordenador.
Cómo mantener una buena salud visual
Hábitos saludables y algunas medidas básicas de prevención pueden mantener los ojos en buenas condiciones evitando o retrasando la aparición de cualquier ametropía y enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad o el glaucoma. Entre esas medidas básicas que puedes poner en práctica para cuidar tus ojos señaladas por expertos oftalmólogos destacan:
Dieta variada y equilibrada
Los alimentos que ingerimos y los nutrientes que nos aportan no solo inciden en la salud general, sino también en el buen estado de la visión. Para cumplir su función, los ojos necesitan vitaminas como la C y la E, poderosos antioxidantes, minerales como el zinc y el selenio y además ácidos esenciales como el Omega 3, presentes en alimentos como las nueces o el pescado.
Proteger los ojos de posibles agresiones externas
Evitar los ambientes con excesiva presencia de humo o polvo en suspensión es algo que hay que procurar. Por otra parte, es básica la protección frente a los rayos ultravioletas con unas gafas de sol que minimicen sus efectos. En este sentido, el Colegio Nacional de Ópticos Optometristas (CNOO) recomienda el uso de gafas que ofrezcan las debidas garantías y, aunque el color del cristal no es determinante, aconseja aquellas en tonalidades grises, por ser el color más neutro y que menos modifica el resto de tonos que capta la visión.
Dejar descansar los ojos
Sin darnos cuenta, podemos estar fijando la vista un tiempo excesivo. Estamos concentrados y, tal como explica la Sociedad Española de Oftalmología, enfocar un objeto de cerca supone un esfuerzo adicional para los ojos y además, esta situación, prolongada en el tiempo, hace que la frecuencia en el parpadeo disminuya, pudiendo ocasionar irritación, fatiga ocular o incluso la efermedad de ojo seco, que requiere el uso de “lágrimas oculares” para devolver a la retina la humedad que necesita. Fijar la vista, siempre en un entorno en el que dispongamos de suficiente luz y dejar de focalizar unos segundos, cada cierto tiempo, para que los ojos puedan descansar, son dos sencillas medidas que podemos poner en práctica y resultan efectivas.