Verónica Mollejo
Medicina preventiva
Todo lo que el color de las heces dice de tu estado de salud
Es un residuo que suele pasar inadvertido, pero también está relacionado con varias afecciones
Aunque en otros términos se trate de un elemento incómodo y desagradable, lo cierto es que las heces como hecho fisiológico tienen un papel fundamental a la hora de identificar o reconocer un problema de salud. Estos desperdicios, que constituyen el producto final del proceso de digestión, no tienen por qué ir acompañados de molestias u otras sustancias ajenas a ellos. Esto significa que el individuo en cuestión puede sufrir algún tipo de dolencia que haya provocado esta modificación, de ahí la importancia de analizar de manera frecuente y superficial el material fecal correpondiente. Bajo esta premisa, ¿qué nos indica el color de las heces?
Color demasiado oscuro, casi negro
Una de las variables más frecuentes, que suele ser consecuencia de la presencia de sangre procedente de la parte superior del sistema digestivo. Este síntoma puede estar relacionado con unas varices esofágicas o úlceras estomacales, el consumo de alimentos ricos en hierro y la incapacidad del intestino para absorber dicho nutriente, o el uso de suplementos y medicamentos, especialmente los anticoagulantes o antiinflamatorios. Este tipo de heces también pueden presentar un olor fuerte y una consistencia pastosa.
Rojizas
Aunque esta tipología también está relacionada con la presencia de sangre en las heces, en este caso es de manera más superficial. Las hemorroides, las varices, las fístulas, la colitis ulcerativa o las infecciones intestinales son algunas de las causas, es decir, aquellas dolencias que suelen afectar al aparato digestivo inferior.
Heces de color verde
Además de la ingesta continuada de verduras de hoja verde o colorantes de dicha tonalidad, este puede deberse a que los alimentos atraviesan demasiado rápido el intestino grueso. "Como resultado, la bilis no tiene tiempo de descomponerse completamente", añade la Clínica Mayo (@ClinicaMayo). Suele ser muy típico en las diarreas de los niños.
Amarillas
Cuando las deposiciones lucen un color amarrillento, son malolientes y parecen demasiado grasientas, un trastorno de malabsorción suele estar detrás de este síntoma como, por ejemplo, la enfermedad celíaca. De hecho, este suele ser uno de los motivos por los que la gente acude al médico para saber si es intolerante al gluten. Algunas anomalías en el hígado, como la hepatitis, también pueden motivar dicha coloración.
Heces de color blanco o arcilla
Menos frecuente, pero igual de importante. Las heces de color claro, casi blanco, suelen indicar una dificultad por parte del intestino para digerir la grasa, que a su vez puede ser consecuencia de un problema en el hígado o una obstrucción de las vías biliares. Por otro lado, esta tonalidad también puede aparecer tras el consumo de medicamentos antidiarreicos, más concretamente el subsalicilato de bismuto.