Teresa Rey
Medicina preventiva
Cómo aliviar el dolor provocado por las varices
Teresa Rey
Domingo 24 de noviembre de 2019
ACTUALIZADO : Domingo 24 de noviembre de 2019 a las 6:27 H
2 minutos
Si las varices duelen, consulta con el especialista, mientras puedes calmarlas con estos consejos
Es probable que si tenemos problemas de circulación sanguínea o insuficiencia venosa presentemos varices en las piernas. Estas realmente son venas inflamadas que se producen a consecuencia de esta deficiencia. En muchas ocasiones no generan molestias, pero en otras, dependiendo del tipo de variz que tengamos, podemos experimentar dolores o calambrazos en las piernas. Siguiendo unos consejos, estas molestias pueden disminuir en algunos casos.
Consulta con el especialista
En primer lugar, es importante analizar qué síntomas presentamos. Si el dolor no se calma con una serie de medidas iniciales, se prolonga en el tiempo y es muy intenso, lo aconsejable es acudir al especialista en Flebología. En cualquier caso, él es el que nos va a indicar qué tipos de varices tenemos, si lo más conveniente es realizar una intervención quirúrgica para eliminarlas o si se puede recurrir a otras opciones o incluso a un tratamiento farmacológico.
Medidas para calmar el dolor de varices
De forma genérica, se pueden adoptar las siguientes medidas:
- Si tienes sobrepeso, tal vez sea el momento de iniciar una dieta, pues un peso excesivo influye en la aparición de varices. Si además retienes líquidos, deberás tomar medidas para evitar esta situación, por ejemplo reduciendo el consumo de sal en las comidas.
- Practicar algún tipo de ejercicio que active tu circulación. Es recomendable en estos casos andar, nadar o montar en bici.
- Vestir de forma holgada y evitar los tacones altos. Estas dos costumbres inciden negativamente en la circulación sanguínea.
- No permanecer mucho tiempo en una misma posición. Estar mucho tiempo de pie o sentado impide que el flujo sanguíneo circule con normalidad. Tampoco es recomendable cruzar las piernas por el mismo motivo.
- Elevar las piernas de vez en cuando, varias veces al día. Se trata de tumbarse y subir las piernas por encima del corazón. Las puedes apoyar rectas sobre la pared o ponerlas sobre varios cojines, y permanecer en esta postura durante un rato.
- Se pueden emplear medias de compresión si nos lo indica el médico. Estas pueden ser más o menos compresivas, por ello es necesario que el profesional nos indique las que necesitamos.
- Aplicar frío a las piernas también puede calmar el dolor o los masajes con alguna crema descongestiva. Estos se deben dar desde el tobillo, en forma ascendente, hasta la parte superior de la pierna, porque de este modo es como se favorece la circulación venosa.