Teresa Rey
Medicina preventiva
Cómo prevenir la formación de cálculos renales o piedras en el riñón
Es importante controlar ciertos hábitos dietéticos y, sobre todo, beber al menos dos litros de agua
La formación de cálculos renales o piedras en el riñón, o la litiasis renal, afecta aproximadamente al 5% de la población española, según datos de la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón (Alcer). ¿Hay alguna manera de prevenirla? ¿Qué medidas podemos adoptar?
Los hábitos dietéticos
Existen una serie de condicionantes o riesgos que pueden desencadenar este trastorno. Tener antecedentes familiares, el sobrepreso u obesidad, la enfermedad renal quística o poliquística, la diabetes, infecciones de las vías urinarias y también la dieta o una escasa ingesta de líquido, son algunos de ellos.
Sobre parte de estos factores es posible actuar. Es más, los expertos aseguran que en los últimos años se ha observado un aumento de los casos de piedras en el riñón en los países desarrollados. Se cree que detrás se encuentran los hábitos dietéticos, pues se tiende a beber menos, y predomina una dieta rica en sal, oxalatos (el oxalato cálcico, representa entre el 55-60% de los casos) y en proteínas.
Entonces, ¿qué es lo que podemos hacer? Si tenemos predisposición por cuestiones genéticas o porque ya hemos tenido algún episodio anterior de cálculos renales, entonces deberemos vigilar la alimentación y el líquido que tomamos.
Beber agua
Una de las medidas fundamentales es beber agua, por lo menos entre dos y tres litros diarios. Si se usan aguan minerales, hay que utilizar las de baja mineralización, mientras que las carbonatadas no se recomiendan. Al mismo tiempo no hay que abusar de otras bebidas, en especial de las de cola, el té o el café.
Si queremos ingerir menos cantidades de oxalato cálcico, hay que reducir o evitar el consumo de sal, especias o bicarbonato. Es importante ser cuidadosos con algunas frutas y verduras, así como con los lácteos y derivados, legumbres secas o el alcohol. A su vez, hay que aumentar la ingesta de cereales, pastas, pan, pescados, huevos, arándanos, patatas, ciruelas y hortalizas como las zanahorias, los puerros, judías verdes, calabacines, etcétera.
Del mismo modo no debemos olvidar, que también pueden aparecer cálculos por fosfato cálcico (10-15% de los casos) o por ácido úrico (5-10%), entre otros. En estos casos, se deben tener en cuenta otros alimentos a la hora de introducir variaciones en la dieta si queremos prevenirlos. Lo recomendable es que consultemos con nuestro médico si considera necesario que realicemos cambios para evitar la formación de piedras en el riñón. En general, se trata de tener una dieta variada y equilibrada.