Mariola Báez
Medicina preventiva
Complicaciones visuales de la diabetes en personas mayores
Retinopatía diabética, edema macular y desprendimiento de retina pueden prevenirse y tratarse
Desde que se pusiera en marcha la campaña Mira por tu diabetes, son muchas las personas que tienen riesgo de sufrir diabetes las que se han acercado a los establecimientos sanitarios de óptica para revisar su visión y poder detectar, de manera precoz, cualquier anomalía que avise del posible desarrollo de las patologías visuales relacionadas con la enfermedad. Advirtiendo así de la necesidad de acudir al médico oftalmólogo.
¿Cómo afecta la diabetes a la visión de los mayores?
La diabetes más frecuente en el conjunto de la población, y la que presenta una mayor prevalencia entre adultos mayores, es la de tipo 2. Según datos de la Sociedad Española de Diabetes (@SEDiabetes), se estima que un 15% de las personas mayores de 70 años sufre diabetes.
Esta enfermedad implica mantener un exhaustivo control sobre la glucemia, que logre un nivel de glucosa en sangre compatible con una buena salud. Ese control de la diabetes es básico, porque la dolencia puede desarrollar múltiples complicaciones que hay que evitar, entre ellas aquellas que afectan a la visión.
De todas estas, la más graves es la retinopatía diabética, ya que, como explica la Sociedad Española de Oftalmología (@OftalmoSeo), es una de las principales causas de ceguera en la edad adulta. La retinopatía se produce porque los altos niveles de azúcar en sangre, durante un tiempo prolongado, acaban dañando los pequeños vasos sanguíneos que nutren la retina. Ese daño tiene distintas manifestaciones, desde edema, es decir la inflamación y presencia de líquidos en puntos concretos de la retina (especialmente en la mácula), hasta el crecimiento de nuevos vasos anómalos que, en los casos más graves, pueden acabar provocando un desprendimiento de retina.
Especialmente en el inicio de la enfermedad, la persona puede no presentar síntomas, de ahí la importancia de las revisiones periódicas, y cuando estos empiezan a manifestarse, suelen hacerlo en forma de visión borrosa, miodesopsias (sensación de ver manchas o puntos) o directamente pérdida de visión más o menos acusada.
Las pruebas esenciales para determinar daños en la visión de una persona con diabetes
El Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) insiste en la importancia de prevenir la diabetes y detectarla de manera precoz, para establecer con immediatez medidas que permitan el control de la glucemia evitando el riesgo de enfermedades asociadas, desde las complicaciones cardiovasculares, hasta el daño renal.
Respecto a las dolencias que pueden afectar a la visión, el Ministerio incluye el estudio del fondo del ojo, con dilatación de la pupila, como prueba esencial a la hora de identificar signos precoces de las enfermedades de la retina que puede causar la diabetes. Es algo que solo puede realizar el médico oftalmólogo. Aunque una revisión rutinaria, realizada por un profesional óptico optometrista para controlar tu nivel y agudeza visual, puede servir además para detectar cualquier anomalía que ponga en sobre aviso sobre la necesidad de acudir al especialista que confirme cualquier posible diagnóstico.
Para obtenerlo, el oftalmólogo puede considerar oportuno realizar pruebas complementarias como puede ser una Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) que, mediante un escáner de la retina, pueda detectar la posible inflamación y acumulación de líquidos (edema macular).
¿La retinopatía diabética tiene algún tratamiento eficaz que permita recuperar la visión?
Médicos y profesionales sanitarios insisten en que, en este caso, el mejor tratamiento es la prevención. Esto incluye adoptar unos hábitos de vida que ayuden a mantener un buen control de la diabetes en general: dieta equilibrada, ejercicio que evite la obesidad o control de la tensión arterial, entre otros. Además de realizar un seguimiento estricto de la glucemia en todo momento.
Aunque cada caso es distinto y debe ser valorado por el especialista de forma individualizada, los distintos tratamientos no curan la retinopatía diabética, pero si pueden actuar eficazmente a la hora de frenar o ralentizar la pérdida progresiva de la visión.
- En algunos casos, la técnica láser resulta eficaz a la hora de reducir la presencia de esos vasos sanguíneos anómalos que están causando daño en la retina.
- También es frecuente el uso de inyecciones intravítreas, que permiten la aplicación directa de fármacos específicos en el interior del globo ocular, para impedir que los vasos puedan seguir creciendo y provocando la pérdida de visión que implica la enfermedad.
- Cuando la retinopatía diabética acaba causando hemorragias persistentes en el interior del ojo o cuando existe desprendimiento de retina, puede ser necesario recurrir a un tratamiento quirúrgico llamado vitrectomía, que puede llevarse a cabo con anestesia local o general y que, habitualmente, no requiere ingreso hospitalario.
Tú decides si acudir a tu óptica de confianza para una revisión o ir directamente al especialista oftalmólogo. Lo importante es no olvidar el riesgo que la diabetes supone para la salud visual, por lo que los exámenes preventivos y la consulta oftalmológica ante cualquier anomalía que puedas detectar en tu vista, es especialmente importante si padeces esta enfermedad.