Rosa María Torres
Medicina preventiva
Consejos prácticos para cuidar la salud ocular
Llevemos gafas o no, nuestros hábitos condicionan la salud de nuestra vista
Se estima que en España, en el año 2025, las personas mayores de 65 supondrán casi el 25% de la población total. Al igual que a medida que envejecemos aumentan los problemas fisiológicos del cuerpo y las funciones orgánicas, también lo hacen los problemas de salud ocular. Además, casi la totalidad de la información que recibimos durante la vida es a través de la visión y su correcto funcionamiento es crucial para nuestro bienestar. Por eso, para manternerla en forma, toma nota de los siguientes consejos.
Come bien y verás mejor
Una dieta rica en vitaminas, oligoelementos minerales y sustancias carotenoides (zanahorias, las batatas, los vegetales de hojas verde oscuro como el perejil, las acelgas o los pimientos) y flavonoides (arándanos, ciruelas, manzanas, bayas, naranjas o fresas) protegen y limpian el sistema ocular. Los alimentos que contienen vitamina A, como pueden ser las zanahorias, el tomate o el melocotón, protegen las células oculares y favorecen la visión nocturna. Por su parte, la vitamina B favorece la formación de glóbulos rojos, mejoran la fotofobia y los ojos rojos. Un ejemplo de alimentos serían el hígado, la caballa o el pistacho.
Los alimentos con vitamina C, como el limón, el wiki o el pimiento amarillo, son muy favorables para el cristalino y la retina y su consumo ayudan a prevenir infecciones oculares. La mayoría de las frutas, hortalizas, frutos secos y el aceite de oliva tienen una gran cantidad de vitamina E. Este compuesto ofrece propiedades antioxidantes y ayudan a la no aparición de cataratas.
Los oligoelementos, presentes en ostras, legumbres, chocolate, cordero o arroz integral, son vitales para el sistema inmune. Los ácidos grasos como el aguacate o el salmón previenen la degeneración macular y el glaucoma. Con el consumo de estos alimentos favorecemos el lagrimeo y tiene un efecto infamatorio.
Los flavonoides protegen de los rayos ultravioletas y la polución ambiental. Por su lado, las xantrofilas, presentes en crustáceos, huevos y verduras, entre sus beneficios previenen también el desarrollo de cataratas.
No te frotes los ojos
A veces es inevitable, pero frotarse los ojos con las manos podría acarrear grandes infecciones oculares. Por eso, es importante lavarse las manos con frecuencia. Y, ante todo, al menos una vez al año, es fundamental someterse a una revisión ocular.
Cuida la iluminación del entorno y la distancia de los objetos
Evita a toda cosa los reflejos, y procura que la luz no incida directamente en nuestros ojos. Es muy importante iluminar muy bien el objeto que estemos mirando ya sea un libro, un móvil o simplemente la televisión. Las luces artificiales, la luz azul por ejemplo de las pantallas de los teléfonos móviles, son peligrosas para nuestra salud.
También hemos de mantener una distancia adecuada con los objetos que estamos observando. Por ejemplo, la televisión debe estar a dos metros de distancia. Si estamos leyendo, siempre debemos tener unos 35-40 centímetros.
Protege tus ojos del sol
Los ojos son muy vulnerables al sol. Una buena opción es usar lentes solares homologadas con E-SPF 50+, disponibles en ópticas. Y recuerda graduar tus gafas de sol. Aunque las horas más peligrosas suelen ser las centrales del día (de las 12 a las 16 de la tarde), el amanecer, atardecer y días nublados con nubes altas también requieren especial atención porque el índice de UV se atenúa ligeramente.