Marco Herrera
Medicina preventiva
Qué debes hacer si te mojas con la lluvia para evitar un resfriado
Al llegar a casa, la mayoría opta por tomar un medicamento genérico para evitar un posible resfriado
Sobre todo en esta época, en la que los días cambian de temperatura y estado con bastante frecuencia, puede ocurrirte que, al salir, veas un sol resplandeciente que te haga confiarte y dejar tanto el paraguas como la ropa de más abrigo en casa. Particularmente el paraguas, es un accesorio que, en cuanto podemos, dejamos en casa por incómodo de pesar, a veces pesado y encima olvidadizo, por ello, en días en los que apenas se ven nubes, mucha gente decide correr el riesgo de salir sin ellos.
Pero, en ocasiones, ese día soleado pasar a ser lluvioso y frío en cuestión de media hora, y no es extraño que nos mojemos a la vuelta de un paseo o de hacer unos recados. Al llegar a casa, la mayoría opta por tomar un medicamento genérico para combatir un posible resfriado y evitar males mayores. Pero existen algunos consejos adicionales que te pueden ayudar tanto o más que un paracetamol para evitar los síntomas del resfriado, cuando no directamente tener fiebre, mocos, dolor de cabeza o garganta. Los vemos.
Una ducha caliente
Entrar en casa empapado de pies a cabeza por la lluvia a veces es inevitable incluso tomando precauciones. En muchas ocasiones, la lluvia y el viento son tan fuertes que ni un paraguas no puede protegerte. Es recomendable tomar una ducha tan pronto como llegues a casa. Al tomar una ducha, estás estabilizando lentamente la temperatura de tu cuerpo. Esta es la mejor medida y la más básica para evitar un resfriado si te mojas con la lluvia, aunque a veces, por tener que cuidar de otras personas o tener responsabilidades, no todo el mundo puede tomar en cuanto llega mojado a casa.
Si justo al entrar en casa tienes estas situaciones o simplemente no tienes ganas de ducharte aún, al menos es aconsejable meter los pies en agua templada para poco a poco vuelva a normalizarse la temperatura de tu cuerpo. Si esto te sienta bien y tienes tiempo, es aconsejable darte la ducha de agua templada completamente, ya que tendrá un mayor efecto estabilizador en tu organismo.
Beber algo caliente
La lluvia a veces puede ser muy fría, hasta el punto de que puede calarte y hacer que te sientas helado hasta los huesos. Una de las mejores soluciones para evitar resfriarse después de un fuerte aguacero es algo que quizás ya hayas escuchado y que hayas experimentado: beber algo caliente. Cuando llegues a tu hogar, y justo después de una ducha templada, no hay nada mejor para seguir estabilizando la temperatura de nuestro cuerpo que ingerir una sopa, chocolate, té o leche calientes. Está comprobado que tomar algo caliente puede ayudar a proporcionar calor para que ayuda a resistir un posible resfriado. Además de esto, una bebida caliente puede aclarar la flema acumulada en las cavidades nasales y la garganta, lo que facilita la respiración.
Cambiarse de ropa inmediatamente
Después de la lluvia y en cuanto llegues a casa, si decides o no puedes ducharte porque antes tengas que atender otras necesidades o personas, hay una cosa que no debes dejar de hacer, y es cambiarse de ropa inmediatamente. Aunque la ropa no esté excesivamente mojada o tu percepción sea esa, es mejor reemplazarla inmediatamente por otra completamente seca y sin estar fría por el agua y la temperatura exterior para evitar que tu cuerpo se vaya enfriando aún más.
Secar el pelo
De nuevo, si no puedes darte una ducha justo al llegar a casa, es importante que al cambiarte de ropa también te seques bien el pelo. El cabello mojado puede causar enfriamiento en todo el cuerpo, dolor de cabeza y posteriormente un resfriado o, incluso, si permanecemos con él mucho tiempo mojado, una gripe.
Haz un poco de ejercicio
Otra de las cosas que puedes llevar a cabo al llegar a casa tras mojarte fuera y tomar alguna de las medidas anteriores, es hacer un poco de ejercicio. Por ejemplo, hacer estiramientos puede provocar que el cuerpo entre en calor. Y no solo eso, el ejercicio también puede suavizar el flujo sanguíneo, lo que ayudaría a encontrar antes la temperatura adecuada y evitar un resfriado.