Teresa Rey
Medicina preventiva
La deficiencia selectiva de IgA se asocia a la celiaquía, la artritis reumatoide o el lupus
La inmunoglobulina A es una proteína que actúa como anticuerpo y su carencia origina trastornos
La inmunoglobulina A (IgA) es una proteína que actúa como anticuerpo, ya que está destinada a combatir infecciones. A veces ocurre que algunas personas no tienen suficiente cantidad de la misma y entonces sufren un trastorno que se define como deficiencia selectiva de IgA. Es una enfermedad autoinmunitaria muy común y se suele presentar junto a otras como la artritis reumatoide o el lupus. También está asociada a la celiaquía o la enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras.
La herencia
Se cree que el componente hereditario para desarrollar esta carencia es importante, pues tener un familiar con esta aumenta el riesgo de padecerla casi un 50%. No obstante, los patrones hereditarios son variables.
Una de sus peculiaridades es que la mayoría de los pacientes son asintomáticos, de modo que en ocasiones este problema se detecta casualmente. Sin embargo, aunque los afectados no tengan infecciones recurrentes, puede ser que presenten con frecuencia neumonía, infecciones de oído o de los senos paranasales, alergias, asma y diarrea.
Según el documento Importancia del déficit selectivo de inmunoglobulina A, la evaluación de este trastorno debe extenderse a personas adultas con sinusitis crónica o infecciones pulmonares recurrentes, las que tengan intolerancia al gluten o presenten fenómenos autoinmunes que no tengan explicación y que sean frecuentes, quienes tengan infecciones gastrointestinales específicas o en niños con otitis medias habituales, entre otros casos.
También se puede sospechar si surgen reacciones anafilácticas a las transfusiones o diversos síntomas cuando se administran fármacos que producen deficiencia de IgA.
Este trastorno está muy vinculado a la celiaquía, por ello algunos expertos recomiendan que en el caso de tener dudas de esta enfermedad, junto a las pruebas específicas de la enfermedad celiaca, se debería incluir una valoración de la concentración total de IgA.
¿Hay tratamiento?
Actualmente no hay un tratamiento específico. De hecho, en ocasiones los afectados desarrollan de forma espontánea niveles normales de IgA sin necesidad de acudir a un procedimiento concreto, dicen algunos expertos. El abordaje está orientado a tratar las manifestaciones alérgicas y a la reducción del número y de la severidad de infecciones, que cuando son bacterianas suponen la utilización de antibióticos. Estos se emplean para las infecciones de los oídos, los senos, los pulmones o los aparatos digestivo y urogenital.