Mariola Báez
Medicina preventiva
Demencia vascular: conocer los factores de riesgo, primera medida para su prevención
Después del alzhéimer, este tipo de demencia es el más frecuente en personas mayores de 65 años
La Organización Mundial de la Salud (@OMS_es) define la demencia como un síndrome, generalmente crónico y progresivo, que afecta a la función cognitiva en sus múltiples aspectos: memoria, lenguaje, orientación... pudiendo presentar, además, deterioro emocional o de comportamiento. El alzhéimer es la forma más común de demencia, ya que, su incidencia en número de casos a nivel mundial ronda el 60% - 70% pero, esta es una enfermedad compleja de la que existes múltiples variables.
Según señalan los médicos expertos, la vascular es la segunda demencia en grado de incidencia entre las personas mayores y, a diferencia de lo que ocurre en otros casos, en este se sabe la causa principal que la desencadena y también se conocen factores de riesgo, que es importante intentar corregir para evitar en lo posible la aparición de la enfermedad.
¿Cuáles son las causas de este tipo de demencia?
La Fundación Alzheimer España (@AlzheimerEsp) explica que la demencia vascular, también llamada multi-infarto, comprende un grupo de alteraciones cognoscitivas que son provocadas por micro-infartos que pueden producirse en un área cerebral determinada. Una hemorragia, un trombo… desencadenan el accidente vascular en un punto concreto del cerebro.Ese accidente puede tener una mayor o menor intensidad e incluso podría pasar desapercibido en los inicios de la enfermedad.
Aunque cada persona es distinta, la demencia vascular, en muchas ocasiones, se inicia en un brusco episodio, cuando un mircoaccidente tiene lugar, o cuando estos se repiten en un corto espacio de tiempo.
Su evolución es muy variable y puede incluir periodos de estabilidad o de recuperación parcial. Síntomas habituales son la pérdida de memoria, la alteración en el estado de ánimo, el deterioro intelectual… tampoco se descartan otros, como la dificultad de movimientos o al andar, las caídas frecuentes o el inexplicable aumento en la frecuencia de micción, que no está relacionado con un problema urinario.
Como pruebas diagnósticas que confirmen la enfermedad, determinando el tipo exacto de demencia que se sufre, la Sociedad Española de Neurología (@seneurologia) señala la importancia de obtener una neuroimagen, mediante TAC o Resonancia Magnética, que permita detectar las posibles lesiones vasculares.
La prevención es especialmente importante y efectiva a la hora de evitar desarrollar este tipo de demencia. Enfermedades como la diabetes, la hipertensión o las patologías cardiovasculares son factores de riesgo sobre los que se debe actuar con los tratamientos específicos que eviten que puedan provocar un accidente cerebro vacular que desencadene la demencia. En ocasiones, sufrir un ictus trae como consecuencia el inicio de una demencia vascular.
Dieta y hábitos saludables, control de la tensión arterial, ejercicio moderado, seguir los tratamientos indicados si se padece una patología de riesgo… medidas esenciales de salud general y también de prevención frente a este tipo de demencia.