Teresa Rey
Medicina preventiva
Diagnóstico en edades avanzadas y envejecimiento, algunos de los retos del VIH
La detección de esta enfermedad en adultos mayores o inmigrantes es en muchas ocasiones tardía
Los retos que plantea de cara a los próximos años el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) son objeto de debate entre los especialistas. El SIDA sigue siendo uno de los problemas de salud más importantes que hay en el mundo, pese a los avances que se han producido. Tal y como afirman desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), el acceso a tratamientos con antirretrovíricos está permitiendo que las personas seropositivas puedan vivir más tiempo y en mejores condiciones de salud. No obstante, aún quedan algunos aspectos que mejorar, ya que por ejemplo no todas las personas pueden recibir el tratamiento.
Diagnóstico en edades avanzadas
Durante la reunión “Punto de encuentro VIH 2019”, organizada por el laboratorio farmacéutico MSD (@MSDEspana), más de 140 especialistas han hablado sobre la situación que rodea a esta enfermedad.
El doctor Esteban Martínez, coordinador de la reunión y consultor del Servicio de Enfermedades Infeccionas del Instituto Clínico de Medicina y Dermatología (ICMiD) del Hospital Clínic de Barcelona (@hospitalclinic), ha puesto de manifiesto algunos de estos asuntos. Uno de ellos se refiere al problema del diagnóstico que sigue siendo tardío en muchos casos. Esto se da sobre todo en adultos de edad avanzada o inmigrantes, principalmente.
Conseguir detectar los casos de SIDA con rapidez resulta clave, porque por un lado se disminuyen las consecuencias negativas de la enfermedad para el paciente y por otro se reducen las posibilidades de transmisión.
En la situación actual ya hay varias posibilidades de tratamiento antirretroviral, por ello también es importante que los expertos sepan seleccionar el más adecuado. Estas alternativas a la opción clásica, “han abierto un debate para muchos clínicos”.
Envejecimiento en VIH
Otro punto importante al que nos enfrentamos con el VIH, es al cuidado del paciente cuando envejece. El tratamiento actual permite prolongar sus vidas, pero a su vez no hay que olvidar que estos enfermos “tienen un riesgo de comorbilidades igual o incluso superior a las personas que envejecen sin infección por VIH, y que plantea retos en la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento de dichas comorbilidades”.
Por otra parte, el doctor José Alcamí, de la Unidad de Inmunopatología del SIDA del Instituto Carlos III, ha recalcado que a día de hoy la curación del VIH está en dos niveles. Por un lado, nos encontramos con la erradicación del virus, algo que en la actualidad no es posible porque el tratamiento para ello es muy agresivo.
Y el otro escenario está focalizado en lo que se llama reservorio del VIH. Este se refiere al conjunto de células infectadas en el que el virus persiste y contra las que no puede actuar ni el sistema inmune ni la medicación antiretroviral. “Si se consiguiera controlar ese reservorio se podría suprimir el tratamiento antiretroviral durante un tiempo probablemente limitado, que es lo que conocemos como curación funcional”.
Por último, en su opinión si bien haber logrado la cronificación de la enfermedad es un paso importante, ahora prima controlar la diseminación del virus, así como las nuevas infecciones y tratar de establecer un tratamiento global para que todas las personas de cualquier rincón del mundo puedan acceder a él.