Verónica Mollejo
Medicina preventiva
Diferencias entre los infartos en las mujeres y en los hombres
Los síntomas y la percepción de un infarto de miocardio dependiendo del género del paciente
Como bien es sabido, un infarto es una enfermedad que se produce por la obstrucción de las arterias, que dificulta el riego sanguíneo. En este sentido, uno de cada cuatro hombres y una de cada tres mujeres fallecen cada año por esta enfermedad, según datos aproximados del Instituto Nacional de Estadística (@es_INE). Sin embargo, esta no es la única diferencia que existe dentro de dicha patología en lo que a géneros se refiere.
Es cierto que hay algunos aspectos que sí comparten como, por ejemplo, los métodos de prevención y los factores de riesgo, entre los que se encuentran el tabaquismo, la hipertensión, el consumo de alcohol, el sedentarismo o el sobrepeso. No obstante, los síntomas y la percepción del ataque al corazón sí que varía bastante dependiendo de si el paciente es hombre o mujer. ¿Qué aspectos se deben tener en cuenta?
Los métodos de prevención son fundamentalesValiosa arma de identificación
Es muy habitual que la gente no identifique un infarto de miocardio en una mujer al no seguir el mismo patrón que en un hombre, que suele caracterizarse por un dolor intenso en el pecho que después suele irradiarse al brazo izquierdo, el cuello, la mandíbula o la espalda. Sin embargo, además de la sintomatología habitual, las mujeres presentan signos más variados y que dificultan el diagnóstico.
Sumados a la sudoración, las náuseas y los problemas para respirar, también aparecen episodios de insomnio, ansiedad o debilidad los días anteriores, así como palpitaciones, fatiga, diarrea y dolor o ardor de estómago. Asimismo, el dolor torácico del que hablábamos es menos específico, por lo que suele vincularse a otras afecciones.
Por otro lado, tal y como demuestra el informe 'Síndrome coronario agudo en mujeres y hombres en España', realizado por un grupo de cardiólogos del Hospital Ramón y Cajal, las mujeres ingresan por esta patología varios años más tarde que los hombres. ¿El motivo? Los estrógenos las protegen hasta la llegada de la menopausia, cuando los niveles de colesterol y la tensión arterial tienden a aumentar, al igual que el riesgo de enfermedad coronaria. Además, su estado es más delicado, pues debido a la edad suelen presentar otras dolencias que dificultan el tratamiento.
"Las mujeres suelen consultar con mayor retraso, tardan más en ser diagnosticadas al presentar síntomas atípicos y, según las investigaciones realizadas, reciben tratamientos menos agresivos que los hombres. Por otro lado, durante la hospitalización, las mujeres tienden a presentar mayores complicaciones", añade la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon). Ante esta situación, los organismos especializados alertan sobre el cuidado de vigilar los sintomas relacionados para intentar solventar el problema lo antes posible, así como dar prioridad a los métodos de prevención.