Teresa Rey
Medicina preventiva
¿Dormir poco es un riesgo para sufrir alzhéimer?
Teresa Rey
Sábado 23 de noviembre de 2019
ACTUALIZADO : Sábado 23 de noviembre de 2019 a las 6:34 H
2 minutos
Distintas investigaciones aseguran que la falta de sueño puede ser un riesgo
Son varios los estudios que aseguran que dormir poco es un riesgo para el alzhéimer, pero es importante ser cautelosos porque detrás de la aparición de una enfermedad hay diferentes causas. Al mismo tiempo, hay que recordar que la enfermedad de Alzheimer es consecuencia de un proceso lento que puede durar varios años, y un solo aspecto de nuestra vida no será el único desencadenante de esta patología.
De hecho, antes que la ausencia de sueño los expertos hablan de otros factores de riesgo, tal y como se puede apreciar en las informaciones facilitadas por distintas asociaciones de alzhéimer y profesionales de la salud.
Sueño y enfermedad de Alzheimer
Un estudio reciente realizado por distintas universidades de Estados Unidos y publicado en la revista científica Science asegura que el hecho de no dormir bien está asociado a la aparición de la proteína tau. Dicha proteína está asociada a los procesos neurodegenerativos y se considera que está relacionada con el beta-amiloide, un componente que se encuentra en las personas que padecen esta enfermedad, aunque también está presente en el cerebro de todas las personas solo que en pequeñas cantidades. Los resultados del análisis indican que tener problemas para dormir supone un aumento de las proteínas tau.
Esta última conclusión es realmente la novedad aportada por esta reciente investigación, pues el vínculo entre el sueño, el alzhéimer y el beta-amiloide ya se conocía con anterioridad. En definitiva, en las conclusiones de este estudio, que se ha realizado tanto en ratones como humanos, se ha demostrado que la falta de sueño acelera la aparición de la proteína tau.
Factores de riesgo
En la página web de la Alzheimer’s Association establecen que las causas y factores de riesgo de esta enfermedad neurodegenerativa, son la edad, los antecedentes familiares y la genética. Estos son los principales factores y a los que hay que prestar atención respecto a la posible aparición de esta enfermedad.
En otras instituciones se habla del tabaquismo, la obesidad o la falta de actividad física o sedentarismo. También hay datos epidemiológicos en los que se indica que cuanto mayor nivel educativo se tenga, existen menos probabilidades de sufrir demencia con los años, especialmente en el caso de las mujeres.