Teresa Rey
Medicina preventiva
Un estudio muestra que el radón interior a dosis altas duplica el riesgo de cáncer de pulmón
El análisis indica que este gas es el principal riesgo en los no fumadores
Un nuevo estudio ha de demostrado que las personas expuestas a concentraciones de radón residencial superiores a 200 Bq/m3, tienen casi el doble de riesgo de desarrollar cáncer de pulmón frente las expuestas a concentraciones inferiores a 100 Bq/m3. La investigación viene a corroborar lo que ya ha advertido sobre este gas la Organización Mundial de la Salud (OMS) y es que la exposición al gas radón es el factor de riesgo más importante de cáncer de pulmón en personas que no han fumado nunca y el segundo, en las que sí tienen el hábito del tabaco.
Las conclusiones de la investigación
En este estudio multicéntrico han participado un grupo de investigadores de diez hospitales españoles de cuatro Comunidades Autónomas (Galicia, Asturias, Madrid y Castilla y León), y sus conclusiones se han publicado en la revista científica Environmental Research.
La muestra ha incluido a un total de 1.415 individuos que nunca habían fumado (523 casos y 892 controles), y su objetivo ha sido evaluar el vínculo entre la exposición al radón ambiental con la posterior aparición de cáncer de pulmón. Además, se ha investigado si el radón residencial supone algún riesgo diferente y específico para el adenocarcinoma, que es el tipo de cáncer pulmonar más frecuente.
Los resultados han dado positivos mostrando esa correlación de a mayor concentración de radón residencial, más posibilidad de sufrir cáncer de pulmón. Durante el estudio se midió el radón residencial de la zona donde habitaban los encuestados, mediante el uso de detectores de tipo alfa-track, que son los recomendados por el Consejo de Seguridad Nuclear, en el Laboratorio de Radón de Galicia, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela.
Todos los participantes en el estudio habían vivido una mediana de 30 años en el domicilio en el que se había medido el radón. El riesgo de cáncer de pulmón para el adenocarcinoma fue de 1.52 para los individuos expuestos, utilizando los mismos niveles de referencia de exposición al radón.
Cómo nos afecta el gas radón
Según explican desde la Asociación Española Contra el Cáncer, las fuentes de radón que se acumulan en edificios o viviendas provienen del suelo donde se asientan. Se trata de un gas radiactivo natural que se forma por la descomposición de uranio, y que penetra por las fisuras de las construcciones acumulándose por ejemplo en algunos materiales de construcción como los bloques de cemento.
Está, por tanto, demostrado que el gas radón se va acumulando en las edificaciones en cuyo subsuelo se encuentra, y que suele estar más presente en los pisos inferiores y sótanos, ya que se encuentran más cerca del suelo.
Desde el punto de vista de los expertos las implicaciones de esta última investigación son muy importantes, pues reflejan la necesidad de aplicar la Directiva Europea sobre Radiaciones ionizantes que “que aplica un límite de 300 Bq/m3 para viviendas y lugares de trabajo”, algo que todavía no se ha hecho. Del mismo modo, también proponen revisar las concentraciones consideradas de riesgo. “Reino Unido, Canadá o Irlanda consideran los 200 Bq/m3 como nivel límite, peros Estados Unidos los sitúa en 150 Bq/m3 desde 1988”, según ha matizado el doctor Alberto Ruano Raviña, profesor titular de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Santiago de Compostela, y que ha liderado la investigación.
Recomendaciones de la OMS
La OMS establece unas recomendaciones para disminuir la exposición al gas radón en los hogares. Entre ellas, cerrar bien las puertas del sótano, establecer sistemas de succión del gas en el subsuelo, sellar bien todas las grietas que tenga el edificio, o ventilar abriendo todas ventanas de la casa para generar corrientes que alejen el gas.