Mariola Báez
Medicina preventiva
Flora intestinal dañada: ¿cuándo deben acudir al médico las personas mayores?
El deterioro de este extraordinario sistema de protección natural influye en múltiples patologías
Llamamos flora intestinal al conjunto de microorganismos que cubren las paredes intestinales y que resultan determinantes tanto en distintos procesos metabólicos, como en la protección de nuestro sistema inmunológico. Como explican expertos de la Fundación Española del Aparato Digestivo (@saludigestivo), esa flora es casi un órgano más de nuestro cuerpo, que está formado por millones de bacterias, de 400 especies distintas, que resultan esenciales para la salud de nuestro aparato digestivo... y para algo más.
Qué hace la flora intestinal: ¿por qué se deteriora?
La flora desempeña un papel esencial en el estado general de la salud. A nivel nutricional, su función es básica en el proceso de síntesis de algunas vitaminas y en la absorción de minerales, como el hierro o el calcio, fundamentales en la dieta de un adulto mayor. Además, un correcto tránsito intestinal también depende, en gran medida, de su buen estado.
Por otra parte, esas bacterias beneficiosas que componen su microbiótica resultan esenciales a la hora de combatir a otros microorganismos perjudiciales que puedan llegar a nuestro organismo.
No solemos reparar en él, pero este particular “jardín”, que recubre el intestino, puede deteriorarse por causas diversas: desde una dieta inadecuada, hasta hábitos nocivos como el tabaco o la ingesta de medicamentos, especialmente antibióticos, que pueden dañarla de forma notable. También enfermedades como la gastritis o un proceso agudo de diarrea. La buena noticia es que, en gran medida, la flora intestinal puede recuperarse.
Los principales síntomas del daño en la flora intestinal
Igual que ocurre con cualquier órgano de nuestro cuerpo, la flora que protege el sistema digestivo puede verse alterada con el paso de los años, especialmente si agentes externos han influido en su deterioro. Algunos problemas digestivos están directamente relacionados con su posible daño y es importante reconocer algunos de los síntomas habituales. Entre los más comunes destacan:
- Tránsito intestinal anómalo. Tanto la diarrea como el estreñimiento crónico (no episodios puntuales) pueden estar relacionados con una alteración de la flora intestinal.
- Excesiva presencia de gases. Las digestiones pesadas, sin que exista un motivo que lo justifique, que además van acompañadas de gases que pueden resultar molestos y hasta dolorosos, pueden tener relación directa con un daño en la flora intestinal.
- Dolor abdominal. Esta patología puede presentarse por causas muy diversas, que siempre deberá diagnosticar el especialista. No obstante, se considera que cuando el origen del dolor es indeterminado, un descenso en la efectividad de la microbiótica intestinal podría ser causa directa, o bien un factor importante, en la presencia de ese dolor.
Ante la persistencia de cualquiera de estos síntomas, la consulta con el médico especialista no debe esperar. Las distintas pruebas diagnósticas ofrecerán la información necesaria para conocer el estado de tu flora intestinal y determinar, si es necesario, algún tratamiento específico para recuperarla, o señalar la idoneidad de algún cambio en la dieta o en el tratamiento farmacológico que puedas estar siguiendo.
Enfermedades que podrían estar relacionadas con este daño
Estudios recientes corroboran la importancia de una flora intestinal en perfecto estado a la hora de mantenernos saludables y evitar el desarrollo de patologías diversas. La Asociación Española de Gastroenterología (@aegastro) recuerda que algunas investigaciones llevadas a cabo en los últimos años relacionan las alteraciones en la microbiótica intestinal con el desarrollo de enfermedades como el Síndrome del Intestino Irritable.
Además, los expertos coinciden en que la salud de esta parte esencial de nuestro organismo juega un papel fundamental a la hora de frenar cualquier proceso infeccioso por el que podamos vernos afectados y no solo en aquellos relativos al aparato digestivo.
Entre los descubrimientos más importantes y recientes también hay que señalar los que refleja un estudio desarrollado por la Universidad de Zúrich, en el que han participado investigadores del Vall d’Hebron Institut de Recerca (@VHIR), que apunta al papel esencial que podría tener la microbiótica intestinal en el desarrollo de la esclerosis múltiple.
¿Cómo cuidar la flora intestinal?
Esta extraordinaria barrera protectora bacteriana requiere muy poco para mantener un estado saludable que contribuya al correcto desarrollo del proceso digestivo, al tiempo que protege al organismo de microorganismos nocivos. Una dieta variada y equilibrada, que incluya la ingesta de suficiente de fibra soluble e insoluble, es la sencilla y eficaz medida preventiva que no hay que olvidar. Además, los alimentos probióticos, como el kéfir, que incluyen microorganismos vivos, como levaduras y bacterias; y prebióticos (hidratos de carbono que “alimentan” a esas bacterias) son aliados de la buena salud de la flora intestinal.
Especial precaución hay que tener también con determinados medicamentos que podrían afectar negativamente. Si experimentas molestias digestivas derivadas de su ingesta, debes comentarlo siempre al médico para poder valorar posibles efectos secundarios no deseados.
Así, unos hábitos de vida saludables y una dieta equilibrada son las mejores recomendaciones para que tu flora intestinal sea la mejor aliada de tu salud.