Victoria Herrero
Medicina preventiva
¿Qué es el hombro doloroso y cómo podemos prevenirlo?
Una de cada cuatro personas tendrá dolor en esta articulación en algún momento de su vida
El conocido como hombro doloroso es, según la Fundación Española de Reumatología (@SEReumatologia) una de las consultas más frecuentes, ya que llega a afectar a 1 de cada 4 personas en algún momento de su vida. Especialmente en el caso de las personas mayores, así como de los que han trabajado, o trabajan, con cargas pesadas. Se trata de una molestia localizada en esta región del cuerpo que suele aparecer al realizar algún tipo de movimiento.
Y es que no es raro que esta zona del cuerpo acabe con dolor ya que realiza bastantes movimientos al cabo del día (es la articulación que tiene más movilidad de todas las del cuerpo) y se vuelve muy vulnerable si llevamos una vida sedentaria o tenemos malas posturas al sentarnos o al dormir.
¿Qué causas se esconden tras un hombro doloroso?
Pese a que se trata de un dolor muy localizado, es cierto que su origen no está del todo claro. Así, esa molestia puede deberse a una lesión interna de los ligamentos, la articulación o los músculos, o bien que venga de otras zonas cercanas del cuerpo como pueda ser una lesión en las cervicales que se haya podido trasladar hasta el hombro haciendo que hasta el más leve movimiento provoque un dolor que inmovilice esa zona.
Diagnosticado el hombro doloroso, el tratamiento recomendado pasa por medicamentos antiinflamatorios, la posibilidad de poner inyecciones de cortisona para aliviar el dolor, así como sesiones de rehabilitación para favorecer poco a poco la movilidad del hombro.
Ejercicios para cuidar nuestros hombros
Como todo, la prevención es clave para evitar futuros dolores de nuestras articulaciones, así que no está de más seguir una rutina de ejercicios que nos ayuden a fortalecer el hombro de cara a este tipo de molestias.
- Para el primer ejercicio nos tumbamos boca abajo junto al borde de la cama. Dejamos el hombro fuera de la cama y así, el brazo que "colgando". Ahora, flexiona el hombro 90° y sube el brazo hacia arriba como si quisieses volar. Tiene que quedar paralelo al cuerpo. Haz varias repeticiones.
- Vamos a por el segundo ejercicio, para el que necesitaremos unas mancuernas no demasiado pesadas para no hacernos daño si no estamos acostumbrados. Abre las piernas y flexiona las rodillas ligeramente. Desde una posición en la que mantengas las a la altura de los hombros, sube los brazos hacia arriba rectos, aguanta dos segundos y baja a la posición inicial. Haz 10 repeticiones.
- También de pie, coge en cada mano un peso de un kilogramo aproximadamente. Comenzamos con los brazos pegados al cuerpo y empieza a subirlos suavemente mientras haces pequeños círculos hasta que llegues a una posición horizontal (como en cruz). Mantén esta posición un par de segundos y bájalos lentamente y con los mismos movimientos. Repite unas 6 veces alternando giros hacia adelante y giros hacia atrás.