Verónica Mollejo
Medicina preventiva
La eliminación del apéndice podría reducir el riesgo de Parkinson
La eliminación temprana de este órgano podría reducir hasta en un 25% este terrible problema
El Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva, siendo la segunda enfermedad más prevalente en la actualidad solo por detrás del Alzheimer. De hecho, tal y como indica la Fundación del Cerebro (@fundcerebro), casi 150.000 personas padecen esta afección solo en España, donde cada año se diagnostican 10.000 nuevos casos, casi siempre en personas mayores de 65 años. Por eso, no es de extrañar que la comunidad médica y científica trabaje a destajo para encontrar una solución al problema.
En este sentido, un estudio epidemiológico publicado en la revista Science Translational Medicine ha revelado la que podría ser una de las causas más probables del desarrollo de la enfermedad de Parkinson. Esta apunta a uno de los órganos del cuerpo humano, encargado de proteger y producir los microorganismos beneficiosos que habitan en nuestros intestinos: el apéndice.
El apéndice retrasa la progresión del Parkinson
Este trabajo asegura que la eliminación del apéndice en una etapa temprana de la vida puede influir notablemente en la progresión de la enfermedad de Parkinson, reduciendo incluso el riesgo de aparición entre un 19% y un 25%. Esto se debería a la proteína sinucleína-alfa que el apéndice guarda en su interior y que consolidaría el papel del sistema inmunológico y el intestino en la génesis de dicha afección neurodegenerativa.
“A pesar de su reputación de innecesario, el apéndice juega un papel importante en nuestro sistema inmunológico, en la regulación de la composición de la microbiota intestinal y ahora, como demuestra nuestro trabajo, en la enfermedad de Parkinson”, explica Viviane Labrie, autora principal del estudio.
Este ha recurrido a los datos médicos de más de un millón de pacientes en Suecia, descubriendo tras años de investigación que solo cuando el apéndice y la sinucleína-alfa desaparecen a una edad temprana, antes incluso del inicio de la enfermedad, el riesgo se reduce. Además, se ha demostrado que la apendicectomía también puede ralentizar la progresión del Parkinson en un promedio de 3,6 años.
Un resultado que no mostró beneficio alguno en aquellas personas que lo habían desarrollado por mutaciones genéticas o antecedentes familiares, que suponen el 10% del total de los casos.
Así, este hallazgo "brinda un camino para diseñar nuevas estrategias de tratamiento que aprovechen el papel del tracto gastrointestinal en el desarrollo de la enfermedad”, concluye la profesora Viviane Labrie en su trabajo.