Mariola Báez
Medicina preventiva
No olvides estas medidas preventivas contra el cáncer de piel
Es el cáncer más frecuente a nivel mundial y los casos van en aumento
Así lo confirma la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), que explica que esta es una enfermedad maligna, producida por la división y el desarrollo anómalo de las células que forman la piel, que pueden acabar afectando a otros tejidos u órganos sanos.
Existen distintos tipos de cáncer de piel, siendo los más conocidos el melanoma, en el que se ven afectadas las células que dan color a la piel, responsables, por tanto, del bronceado (melanocitos) y los carcinomas cutáneos, los más frecuentes y los que suelen presentan personas que han estado expuestas a la acción del sol por largos periodos de tiempo, por ejemplo, por desempeñar trabajos al aire libre.
Prevención y diagnóstico precoz
El cáncer de piel se puede prevenir con medidas sencillas y, además, tiene cura en un gran número de casos, siempre que la alteración de las células se detecte a tiempo. Por eso, campañas como Euro Melanoma, en la que participan médicos de distintos países europeos, entre ellos los especialistas de la Sociedad Española de Dermatología y Venereología (AEDV) intentan concienciar sobre la importancia de estos dos conceptos: la prevención y el diagnóstico precoz a la hora de luchar contra el cáncer de piel.
Los expertos coinciden en señalar la exposición a los rayos ultravioletas (UV) tanto del sol, como de las cabinas de bronceado, como el principal factor de riesgo para el desarrollo de un cáncer de piel.
No se trata de no tomar el sol bajo ningún concepto. Hay que recordar que solo una parte de los rayos solares son UV. El sol es nuestra principal fuente de vitamina D, por lo que, tiene efectos beneficiosos en nuestra salud, pero es fundamental exponernos a él en determinadas condiciones.
Protección adecuada
Hay que usar siempre el nivel de protección adecuado a nuestro tipo de piel. No solo en la playa, sino también a diario, cuando salimos a dar un paseo o hacer algo de saludable ejercicio. Permanecer en la sombra el mayor tiempo posible y utilizar ropa fresca, pero que nos cubra lo suficiente, son también sencillas medidas que pueden protegernos de manera eficaz.
Es importante, además, no tomar el sol en las horas centrales del día, cuando el nivel de radiación alcanza sus niveles más altos. También es básico tener en cuenta los propios factores de riesgo. La AECC explica que tener antecedentes familiares, contar con un gran número de lunares, haber sufrido quemaduras solares en la infancia y tener una edad avanzada son algunos de esos factores que pueden incrementar el riesgo.
Por supuesto, las medidas preventivas para el cáncer de piel incluyen todas aquellas que pueden aplicarse a cualquier otro tipo de cáncer como no fumar, llevar una dieta saludable y practicar algo de ejercicio.
Por último, hay que recordar la importancia de realizar autoexploraciones en la propia piel para detectar cualquier posible cambio o anomalía y, si es necesario, acudir sin demora al médico. Solo así será posible el diagnóstico precoz.