"Música para despertar", la iniciativa para mejorar la calidad de vida de personas con alzhéimer

La cifra no puede ser más significativa. Según la OMS (@WHO), en el año 2050 cerca de 135 millones de personas padecerán alguno tipo de demencia. Una patología que, en más de la mitad de los casos, tiene un nombre: Alzheimer. Una enfermedad que hace que nuestros valiosos recuerdos se esfumen, pero no la banda sonora de nuestra vida.

Recordar las canciones que acompañaron a estas personas en su infancia y juventud en los momentos más bonitos de su experiencia vital es lo que se propuso Pepe Olmedo, un joven granadino licenciado en Psicología por la Universidad de Granada y máster en Psicología Clínica y de la Salud al crear la Asociación Música para Despertar. Así es como dio forma y vida a una iniciativa, "Música para despertar", que pretende servir como terapia complementaria para estos pacientes que sufren alzhéimer.

El poder de la música

Y es que basta con ponerles a estas personas las canciones de los primeros 15 o 30 años de su vida para notar que sus rostros cambian por completo invadidos por la emoción, la risa o el llanto. "Ocurre la magia: notar cómo su mirada se llena de luz", explica Pepe acerca de los beneficios de estos acordes que forman parte de un proyecto (@DespertarMusica) que nació como homenaje a su abuela, de la que heredó su afición a los boleros. Eso y su trabajo como voluntario en centros de mayores le dieron la clave para poner el germen de esta bonita idea hace ya seis años. 

Desde entonces, cerca de 600 personas de más de 40 centros de toda España se han podido beneficiar de las bondades de la música, además de formar a más de 800 profesionales, familiares y cuidadores que trabajan con estos pacientes.  

¿Qué le ocurre al cerebro de un paciente con alzhéimer?

Esta patología va afectando a diferentes zonas del cerebro que se van dañando poco a poco. Y los recuerdos se van esfumando a medida que la enfermedad avanza. Sin embargo, parece ser que los espacios cerebrales donde se aloja la memoria musical o la capacidad para reaccionar ante ciertas emociones tardan más en sufrir ese deterioro. 

Gracias a esta terapia, desde esta asociación han podido comprobar cómo estos pacientes no solo reaccionan a esos acordes que escuchan a través de unos auriculares, sino que son capaces de tararear algún que otro fragmento de esas canciones que cantaban en el colegio o que le recuerdan a su primer amor. Eso permanece intacto, pese a que no sepan el año en que nacieron o el nombre de sus hijos.