Mariola Báez
Medicina preventiva
Presbicia, cataratas, glaucoma… las patologías oculares más frecuentes en mayores
Mariola Báez
Domingo 12 de mayo de 2019
ACTUALIZADO : Domingo 12 de mayo de 2019 a las 0:24 H
3 minutos
Algunos problemas visuales surgen a medida que la edad avanza
El cuidado de nuestros ojos es algo que empieza (o debería) desde la niñez, porque numerosas patologías pueden mejorar de forma notable, o al menos no avanzar, con una detección precoz y la aplicación de tratamientos adecuados o métodos tan simples como el uso de gafas o lentillas.
Enfermedades oculares como la miopía, dificultad para ver de lejos, la hipermetropía, problemas de visión cercana, o el estrabismo, falta de coordinación a la hora de focalizar con los dos ojos, son patologías muy comunes, que es extraño que aparezcan en la edad adulta sin que hayan sido detectadas con anterioridad.
Patologías oculares más frecuentes en personas mayores
Igual que el resto de nuestros órganos se ven afectados por el paso del tiempo, también los ojos experimentan cambios que hay que vigilar con las visitas regulares al oftalmólogo, para que el efecto de los años no implique, necesariamente, una mayor o menor pérdida de visión.
- La presbicia es una de las anomalías más comunes entre personas mayores, ya que suele dar sus primeros síntomas entre los 38 y los 45 años, como señala la Sociedad Española de Oftalmología. Es lo que generalmente llamamos vista cansada y, efectivamente, se trata de un proceso natural del envejecimiento del cristalino y de su capacidad para enfocar los objetos a corta y media distancia (se nota, por ejemplo, cuando empieza a costar leer la letra pequeña). La presbicia puede tratarse con lentes, que permitan “descansar” al cristalino, o mediante cirugía.
- Otra dolencia, asociada al cristalino pero en este caso relativa a su pérdida de transparencia es la que los oftalmólogos denominan catarata senil. Cualquier persona adulta puede padecer cataratas, pero este tipo concreto hace referencia a las que se manifiestan a partir de los 65 – 70 años afectando, en muchos casos, a personas que nunca antes habían tenido mayores problemas de visión. Es la pérdida de nitidez del cristalino lo que dificulta el paso natural de la luz y entorpece la visión. Se considera que la exposición a la radiación solar, sin la debida protección puede favorecerla. En caso de no ver bien o tener una visión borrosa, es necesario acudir al especialista que confirme el diagnóstico y aconseje sobre las mejores soluciones posibles.
- Problemas del ojo diabético. Las personas con diabetes deben extremar el cuidado de sus ojos y aumentar el número de revisiones oftalmológicas para descartar que la enfermedad pueda afectar al órgano de la visión provocando cambios en la retina que pueden llegar a ser graves, como explican médicos especialistas.
- Por último, no hay que olvidar que una de las enfermedades visuales más graves que afecta mayoritariamente a las personas mayores es el glaucoma, íntimamente ligado a la hipertensión ocular. En esta patología, el diagnóstico precoz es esencial para evitar daños en el nervio óptico que pudieran desencadenar la pérdida parcial de la visión o la ceguera.