Medicina preventiva

Siete peligros del invierno y del frío para las personas mayores

Teresa Rey

Foto: Bigstock

Miércoles 20 de noviembre de 2019

6 minutos

Cuando bajan las temperaturas es bueno que estemos preparados ante posibles contratiempos

Siete peligros del invierno y el frío para las personas mayores
Teresa Rey

Foto: Bigstock

Miércoles 20 de noviembre de 2019

6 minutos

¿Es el frío un riesgo para la salud de los mayores? Los expertos dicen que sí porque las bajas temperaturas son responsables del un mayor número de ingresos hospitalarios, urgencias, consultas médicas y fallecimientos, tal y como apuntan desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

Por un lado se ha de producir una adaptación fisiológica del organismo que se tiene que aclimatar a las nuevas temperaturas. Y por otra parte, se encuentran las viviendas y su adecuación con las calefacciones y otros sistemas, los hábitos alimenticios o sociales que también se ven alterados. En los países del norte de Europa el riesgo para la salud del frío es mucho menor que en las regiones del sur que son más cálidas. Por todo ello conviene tener presentes esos inconvenientes que pueden afectar la salud de los mayores en las épocas menos calurosas.

Bajas temperaturas

Este es uno de los riegos principales del invierno para los mayores. Si tomamos como referencia Madrid, desde su consejería especifican que a partir de los 6º C es cuando se incrementa la mortalidad diaria. Cuanto más días por debajo de esta temperatura se produzcan, más se incrementan los efectos nocivos para la salud.

Las personas más vulnerables al frío son las mayores y quienes padecen enfermedades crónicas, sobre todo, cardíacas y respiratorias. Si hay desnutrición, se toman ciertos medicamentos o se posee alguna patología mental, se aumentan igualmente las posibilidades de encontrase con algún problema.

Están más expuestos de la misma manera los amantes de las actividades al aire libre tales como esquí, montañismo, senderismo o similares.

Mayores en invierno

Problemas de salud

Si hace un frío excesivo se puede sufrir congelación, que suele darse en dedos las manos y los pies, las orejas y la nariz. Es posible experimentar una hipotermia o pérdida de calor corporal, que tiene que tratarse cuanto antes porque de lo contrario puede provocar la muerte.

En el caso de que las temperaturas sean muy bajas el organismo de los mayores se puede ver alterado produciendo algunos fenómenos como el aumento de la tensión arterial o el estrechamiento de vasos sanguíneos y bronquios, entre otros aspectos. Esto repercute negativamente en la salud cardiovascular y respiratoria, pues se pueden presentar nuevos trastornos o agravar los ya existentes.

Quienes padecen enfermedades reumáticas aprecian un aumento de los síntomas. Y también es época de mayores infecciones al proliferar determinados tipos de virus como los de los resfriados o la gripe, debido a una mayor concentración de personas en espacios cerrados.

Se aconseja que los mayores de 60 años o los que tienen una enfermedad crónica del corazón, pulmones, riñones, diabetes, entre otras, se vacunen de la gripe durante el otoño. En ocasiones es necesaria también la vacunación contra el neumococo, responsable de algunas de las neumonías.

Efectos de la gripe

Inclemencias climatológicas

Estas son un peligro en función de los fenómenos meteorológicos a las que vayan asociados. Por ello es muy importante estar informados del tiempo que va a hacer si tenemos que salir a la calle. Si va a llover o nevar, tendremos que prepararnos bien a no ser que podamos posponer la salida. Deberemos ponernos una ropa adecuada, tapándonos la zona de la garganta con bufandas, usar gorros para proteger la cabeza y utilizar unos zapatos adecuados con unos calcetines apropiados.

También hemos de ver el estado del pavimento sobre todo a primera hora de la mañana. Si ha helado, el suelo estará resbaladizo y nos podemos caer si no estamos atentos. En estos casos conviene mirar un calzado antideslizante.

Cuidado con las actividades exteriores

Cuando hace mucho frío el cuerpo tiende a agotarse con más facilidad. De hecho, este fenómeno supone una sobrecarga para el exterior.  Por esto tendremos que moderarnos al hacer ejercicio en la calle. Si nos apetece caminar podemos hacerlo durante menos tiempo y en el momento del día en el que haga más calor.

Resulta de especial importancia que respiremos solo por la nariz, ya que de este modo el aire se calienta a través de la misma y así es como llegará a los pulmones.

En el caso de que estemos dando una paseo o dirigiéndonos a cualquier lugar y empecemos a tiritar, debemos volver a casa.

Controla tu calefacción desde el móvil (Bigstock)

Precaución con las calefacciones

Si usamos sistemas de calefacción que son de leña o gas, tendremos que extremar las precauciones. Ante un descuido se pueden ocasionar incidentes desagradables. Las de gas tienen que estar en perfecto estado para evitar fugas de monóxido de carbono ya que provocan intoxicaciones peligrosas.

Sedentarismo

Es cierto que los días más duros del invierno no invitan a salir de casa y si bien en algunos casos esto puede ser aconsejable para nuestra seguridad, no implica que no nos movamos. Podemos buscar la manera de hacer ejercicios en casa para mantenernos en forma y a la par entrar en calor. En general, es aconsejable moverse para calentar el cuerpo.

Descuidar la alimentación

Las comidas han de adaptarse a la climatología. Pueden ser platos más laboriosos, pero no por ello debemos dejar de tomarlos. Hay ideas muy buenas para esta época en forma de guisos, cocidos de legumbres, sopas… Y además en otros momentos del día se pueden acompañar de bebidas calientes como infusiones o incluso una taza de café si podemos tomarlo o de leche caliente.

Sobre el autor:

Teresa Rey

… saber más sobre el autor