¿Están las personas mayores menos expuestas a las enfermedades sexuales?

Aunque durante mucho tiempo haya existido la creencia de que la vida sexual desaparece cuando se cumplen muchos años, nada más lejos de la realidad. La visión que se tiene sobre el sexo ha ido evolucionando y en estos momentos las personas mayores de 65 años mantienen relaciones de un modo fluido (siempre que lo permita la salud, claro está).

Hay que tener en cuenta que la medicina ha mejorado y que los cuerpos se encuentran en mejor estado. Además, la sociedad va eliminando tabúes que había en torno a que los mayores pudieran disfrutar de una vida sexual plena. A fin de cuentas, el ser humano necesita el apego y no pierde el deseo por sus semejantes. Es más, muchas personas que están solas sienten una segunda juventud cuando se vuelven a enamorar o empiezan a flirtear, despertándose en ellos una vitalidad que creían olvidada.

“Disfrutando de una buena salud y de una pareja con la que desee compartir sus momentos íntimos, los mayores pueden retener tanto el deseo como la capacidad de hacer el amor, cada uno con sus peculiaridades, hasta el final de sus días, si es que así lo desean”, explican en Instituto Gerontológico.  

Poner cuidado

Sin embargo, son muchas las personas de edad avanzada que creen que el hecho de no ser jóvenes elimina la posibilidad de sufrir alguna enfermedad de índole sexual, lo que les hace no extremar las precauciones que sí les solicitan a los adolescentes y a los menores de 25 años. Eso, como es obvio, supone un error. De hecho, en los últimos años se ha producido un aumento de estas enfermedades entre los mayores.

Por una parte, se debe a que esa eliminación de tabúes ha aumentado la vida sexual de muchos de ellos; y por otra, que precisamente ese aumento ha llevado a que muchos no hayan puesto cuidado y se hayan contagiado con enfermedades tales como gonorrea, sífilis, clamidia, herpes genital e incluso SIDA.

Según el estudio La sexualidad en la gente mayor, que ha sido realizado por la asociación Servicios Integrales para el Envejecimiento Activo (SIENA), casi la mitad de los mayores no utiliza preservativo en sus relaciones sexuales. Asimismo, un 26,3% consideraba que el condón no es necesario para practicar sexo a edades avanzadas. Por supuesto, si las relaciones son con la misma pareja de siempre y ambos son monógamos, el riesgo es mucho menor, pero aquellas personas que mantengan relaciones con varias personas o que están conociendo gente nueva, debería extremar las precauciones, ya que, tal y como asegura ese mismo informe, las enfermedades de transmisión sexual están experimentando una tendencia al alza.

La edad no protege

El National Institute of Aging de Estados Unidos incide en esta idea cuando asegura que “la edad no lo protege de las enfermedades de transmisión sexual”. Y añade: “Las personas mayores que son sexualmente activas pueden estar en riesgo de contraer enfermedades como sífilis, gonorrea, infección por clamidia, herpes genital, hepatitis B, verrugas genitales y tricomoniasis. Casi cualquier persona que sea sexualmente activa también corre el riesgo de contraer el VIH, o sea, el virus que causa el SIDA. El número de personas mayores con VIH/SIDA está aumentando”. De ahí que llame a tomar precauciones cuando se realiza una práctica tan satisfactoria como es la sexual.

En Estados Unidos también han llevado a cabo diversos estudios para constatar esta realidad. Los Centros federales para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han registrado un aumento del 77,5% en VIH entre personas de edad avanzada. Lo mismo ocurre con la gonorrea, que ha crecido hasta un 385% o la clamidia, que se alza un 186,8%. En cuanto a la sífilis, el crecimiento en todo el país se sitúa en un 257,1%. Como se puede observar, son cifras alarmantes y que ponen de manifiesto que la salud sexual debe cuidarse a cualquier edad, sobre todo si se mantienen relaciones con más de una persona o si no se tiene pareja fija. 

Consejos de los especialistas

En cuanto a los consejos que la mayoría de expertos apuntan podrían destacar los siguientes:

• Practicar siempre sexo seguro, de manera que se utilicen condones siempre que se mantengan relaciones con una persona que no es la pareja habitual.
• Preguntar a la otra persona por sus antecedentes sexuales. Aunque no sea la acción más romántica, no está de más tomar precauciones para evitar enfermedades de transmisión sexual.
• Consultar al médico sobre las posibles enfermedades por las que se pueden contagiar. No todo el mundo conoce cuáles son los riesgos, sobre todo aquellas personas que solo tuvieron una pareja hace ya mucho tiempo, quienes además no disfrutaron de una educación sexual como la que se imparte hoy en día, en la que se dejan mucho más claros los conceptos que todos debemos aprender.