Victoria Herrero
Medicina preventiva
Más del 20% de las personas mayores de 65 años sufre algún trastorno mental
La depresión, la ansiedad, el delirio o la demencia son algunas de esas patologías psiquiátricas
La pérdida de autonomía, la disminución de las habilidades sociales, situaciones de soledad o la aparición de ciertas enfermedades al tiempo que vamos envejeciendo pueden ser el caldo de cultivo para que muchos mayores desarrollen alguna patología mental. Trasladado en cifras, algo más de un 20% de las personas que ya han cumplido los 65 años padece una enfermedad de este tipo según datos de la Organización Mundial de la Salud (@WHO). Un porcentaje que se incrementará teniendo en cuenta el progresivo envejecimiento de la población.
A la hora de establecer un perfil, las mujeres, las personas que viven solas o que padecen ciertas enfermedades físicas o una discapacidad son las más proclives a sufrir este tipo de alteraciones mentales.
Los trastornos mentales más comunes
Unas patologías psiquiátricas que, a la larga, inciden en su calidad de vida y se muestran en forma de estados depresivos, ansiedad, delirios, brotes psicóticos... Y para actuar antes de que sea demasiado tarde, la prevención activa y positiva es clave para evitar esas "alteraciones comportamentales", tal y como explican expertos de la Clínica López Ibor. Y es que, en ocasiones, hablamos de trastornos infradiagnosticados ya que se vincula, erróneamente, la edad con ese estado emocional.
Cuando hablamos de delirio o síndrome confusional agudo nos referimos a un cuadro clínico que suele durar varias horas en las que esa persona experimenta una situación de desorientación, así como un desorden en sus funciones cognitivas (habla, memoria, percepción...). Las demencias, por su parte, son varios trastornos mentales que se aglutinan en esta nomenclatura y que interrumpen el funcionamiento normal de una persona mayor debido a ese deterioro progresivo de las neuronas del cerebro.
La depresión suele venir asociada a una dolencia física o bien a un estado emocional agudizado por la soledad o la pérdida de un ser querido y eso se traslada a un estado de tristeza, apatía o aislamiento social y familiar.
Para evitar estas situaciones en los mayores de 65 años, y como recomiendan estos expertos, es bueno poner en marcha estrategias efectivas que pasan por la adopción de hábitos saludables como cuidar la alimentación, tomar parte en actividades de índole social o cultural, así como practicar algo de ejercicio de forma regular. Todo ello junton con la intervención a nivel familiar y profesional por parte de los sanitarios para detectar a tiempo estas situación de afección mental.
En definitiva, ejercitar un envejecimiento saludable.