Mariola Báez
Medicina preventiva
¿En qué consiste una prueba de Holter y para qué se utiliza?
El Holter es un dispositivo electrónico que registra el ritmo cardíaco y sus posibles anomalías
El sistema Holter es un tipo de prueba a la que se recurre con frecuencia para que el diagnóstico de determinadas patologías cardíacas resulte posible. Como explica la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon), este pequeño aparato permite obtener un electrocardiograma continuo, es decir, puede registrar y almacenar información sobre los impulsos eléctricos que genera el corazón durante un periodo de 24-48 horas.
Es una herramienta esencial cuando se sospecha de la existencia de una arritmia o una anomalía que está impidiendo la llegada correcta de la sangre al músculo cardíaco (isquemia). Hay que tener en cuenta que un electrocardiograma, de los que se realizan en clínica o consulta, solo va a recoger el impulso cardíaco en un momento concreto, en el que puede que la arritmia no se manifieste. Por eso, el sistema Holter está pensado para esas situaciones en las que existen síntomas claros, pero la alteración en las pulsaciones no queda registrada en un electrocardiograma tradicional. Detectarlas es básico para prevenir la insuficiencia cardíaca, de ahí la importancia de la prueba.
¿Qué tiene que hacer el paciente que lleva el Holter?
El monitor Holter, pensado para registrar el ritmo cardíaco durante uno o dos días, se coloca de manera externa, siguiendo las indicaciones del médico cardiólogo. Es un dispositivo no mayor que un teléfono móvil, que se suele situar en el brazo o por encima de la cintura. Lleva dos electrodos que se adhieren a la zona del pecho y se encargan de recoger cada latido. También existe un tipo de Holter que puede implantarse de forma subcutánea, bajo la piel. Se utiliza en casos en los que resulta imprescindible llevar el dispositivo semanas o meses.
El paciente debe hacer su vida normal, porque se trata precisamente de detectar cuándo y por qué se produce la “escurridiza” arritmia. El Holter dispone de un pequeño pulsador que el enfermo debe activar cuando detecte algún síntoma anómalo, como palpitaciones, dolor en el pecho o dificultad respiratoria. También se recomienda llevar un registro en papel sobre cualquier sensación preocupante, detallando cuándo suele producirse.
Finalizado el tiempo de la prueba, la información del Holter podrá volcarse en un ordenador para que sea analizada por el equipo de cardiología que, atendiendo a los datos recogidos, establecerá el tratamiento adecuado en cada caso.
Por norma general, el sistema Holter no presenta contraindicaciones o efectos secundarios, salvo que exista algún tipo de alergia al material con el que está fabricado o surja una infección a consecuencia de su instalación subcutánea, algo muy poco frecuente.