Teresa Rey
Medicina preventiva
Qué es la biopsia líquida y cómo ayuda en el tratamiento del cáncer
Teresa Rey
Sábado 30 de noviembre de 2019
ACTUALIZADO : Sábado 30 de noviembre de 2019 a las 6:55 H
2 minutos
Se trata de una prueba sencilla con importantes ventajas, aunque a veces no se puede utilizar
La biopsia líquida es una prueba que se utiliza para detectar células cancerosas presentes en la sangre o trozos de ADN de esas células tumorales que circulan por el torrente sanguíneo. Se trata de una prueba útil para los oncólogos porque con la biopsia líquida se puede detectar la presencia de un tumor en su fase más temprana, algo muy importante en el tratamiento del cáncer y vital en algunos de ellos.
Ventajas de la biopsia líquida
Hablamos de una técnica mínimamente invasiva que facilita con más detalle cómo es el tumor, es decir, qué alteraciones tiene y en consecuencia cuál es la mejor terapia para abordarlo, según expertos del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama. Ayuda, por tanto, a una planificación mejor del tratamiento del cáncer, ver si está o no siendo eficaz y si se está volviendo a reproducir o no.
Para el paciente esta técnica tiene la ventaja de que es menos agresiva que otras, como por ejemplo la obtención de una muestra de tejido tumoral, que es más compleja y dolorosa. Además, es posible realizarla varias veces cada cierto tiempo, de modo que los oncólogos pueden analizar cómo está avanzando el tumor.
¿Se puede hacer siempre?
La técnica de la biopsia líquida en el abordaje del cáncer supone una herramienta más para los médicos, pero en ocasiones no puede realizarse por diferentes circunstancias, bien por el propio tumor, bien por otras cuestiones que deberá evaluar nuestro médico. A veces será necesario realizar una biopsia tradicional, pues puede ocurrir que la biopsia líquida no ofrezca la información necesaria para saber con precisión cómo es el tumor.
Al margen de esta característica, algunos profesionales aseguran que se trata de un avance importante dentro de las pruebas que ayudan a diagnosticar los tumores. Cualquier muestra que contribuya a saber más y conocer mejor la patología que se está tratando siempre resulta positiva. Permite a los profesionales de la salud ser más precisos en el tratamiento que deben aplicar, pero también a ver cómo evoluciona el proceso tumoral.