Teresa Rey
Medicina preventiva
Qué hábitos debemos tener por el día para dormir mejor de noche
Todo lo que hagamos a lo largo de la jornada influye en el sueño y lo favorece o perjudica
Si tenemos dificultades para dormir es posible que en parte se deba a los hábitos que tenemos a lo largo del día. ¿Te has parado a pensar cómo es tu jornada diurna? Tal vez haciendo un análisis de la misma descubras que podrías cambiar algo de lo que haces para llegar a la cama, cerrar los ojos y no despertarte nada más que con la luz del día.
Alimentación
Esta debe seguir unas pautas lógicas distribuidas a lo largo del día para que al final del mismo no interfieran en el sueño. El desayuno debe contener lácteos, cereales y frutas, de tal modo que nos aporte energía suficiente por la mañana. La comida, ha de mantener un equilibrio entre carbohidratos, proteínas y verduras que aporten fibra. Y, por la noche, hay que limitar el consumo de hidratos de carbono y decantarse más por las proteínas y verduras. Se trata de cenar ligero, platos que favorezcan la digestión y al menos dos horas antes de irse a la cama.
Siestas
Si tenemos problemas para conciliar el sueño, debemos evitar siestas prolongadas, que superen la media hora. Lo ideal es echarse una cabezada antes de las cuatro de la tarde de unos 20 minutos.
Respetar los horarios
Levantarse todos los días a la misma hora es bueno para que acostumbrar a nuestro organismo a unos hábitos de sueño adecuados. Lo ideal es aplicar esta máxima también en las comidas y el momento de acostarnos. Es decir, respetar los horarios en estos momentos de igual modo.
Deporte
Este debe formar parte de nuestra rutina diaria. Si podemos movernos al menos treinta minutos al día mejoraremos nuestra salud en general, pero no es recomendable hacer actividad que incremente la frecuencia cardiaca por la noche. La última actividad en este sentido se debe realizar al menos dos horas antes de irnos a dormir.
En general, ser más activo a lo largo del día favorece el descanso nocturno, pero teniendo en cuenta que a medida que se ponga el sol debemos tender a relajarnos.
Buscar métodos de relajación
Podemos recurrir al yoga o a métodos para manejar la respiración que nos ayuden a relajarnos durante el día. La noche no es el momento idóneo para ponerse a pensar en los problemas, que probablemente pueden posponerse y tratar de resolver al día siguiente. Aprender a despejar la mente y dedicarse a uno mismo es vital en los momentos previos al sueño.
Recibir luz solar
La exposición a la luz solar es vital para mantener el ciclo sueño-vigilia regulado. El sol y su luz nos indican el momento del día en el que estamos y son los que van marcando nuestro reloj interno. Así lo indican desde la Sociedad Española del Sueño (SES @Sociedad_SES), desde la que aconsejan pasear en algún momento del día para exponerse a los rayos solares ya que de este modo favorecemos el sueño.