Rosa María Torres
Medicina preventiva
¿Qué debes hacer en caso de atragantamiento?
Rosa María Torres
Foto: Bigstockphoto
Martes 24 de diciembre de 2019
ACTUALIZADO : Martes 24 de diciembre de 2019 a las 9:09 H
4 minutos
Los atragantamientos están a la orden del día, especialmente entre las personas mayores
Lo dicen las cifras: 2.336 personas murieron por asfixia en España en el año 2017, convirtiéndose en la tercera causa de muerte ‘no natural’. Estos datos, avalados y comprobados por profesionales, están recogidos en el Instituto Nacional de Estadística (INE). Solo le superan el número de suicidios, con 3.000 fallecidos, y la muerte por caídas accidentales, que suman 3.057.
La mayoría de las víctimas tenían más de 65 años. Esto se debe a que las personas mayores tienen más dificultad para tragar y, además, muchas enfermedades presentan entre sus síntomas ese problema para deglutir. Entre ellas están el ictus, el ELA o las enfermedades degenerativas como el Parkinson o en Alzheimer. Pero resulta curioso que de todas las muertes por atragantamiento, solo 212 fueron provocadas por alimentos. El resto se debieron a otros objetos como las pastillas o los trozos de dentadura postiza.
Además, con la edad la capacidad de tragar se va perdiendo. Algunos de los motivos que hay detrás son la pérdida de alguna pieza dental, la debilidad de los músculos que se encargan de la masticación, una menor producción de saliva, la disminución de las contracciones espontáneas del esófago, que conducen el bolo alimenticio hacia el estómago; o, tal y como hemos indicado anteriormente, demencias o accidentes cerebrovasculares, por ejemplo.
Aprender a realizar la maniobra de Heimlich salva vidas
Desde su invención, obra del doctor Henry Heimlich en 1974, esta maniobra ha salvado la vida de miles de personas afectadas por un atragantamiento. De hecho, era la única recomendada para la obstrucción traqueal por parte de la Asociación Estadounidense del Corazón y la Cruz Roja Estadounidense.
Esta técnica de primeros auxilios, también conocida como comprensión abdominal, tiene como misión destapar el canal respiratorio cuando se encuentra bloqueado por un trozo de comida u otro objeto pequeño. Cuando una persona se atraganta, el oxígeno no puede llegar a los pulmones ni al resto de los órganos. Una vez que han pasado los cuatro primeros minutos, el afectado queda expuesto al daño cerebral o incluso a la muerte. Por eso, resulta fundamental conocer y dominar esta maniobra para evitar males indeseados.
Si la víctima es un adulto:
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Ponte detrás de él.
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Coloca un puño justo por encima del ombligo de la persona y debajo de las costillas, con el pulgar contra el abdomen.
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Cubre el puño con la otra mano y presiona hacia adentro y hacia arriba del abdomen con la fuerza suficiente para despegar los pies de la víctima del suelo.
Si la víctima es un bebé:
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Si se trata de un lactante (menor de dos años), ponlo sobre tu brazo boca abajo, usando el muslo como apoyo.
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Sujeta el pecho del pequeño con la mano y la mandíbula con los dedos, manteniendo la cabeza más abajo que el resto del cuerpo.
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Da cinco golpes fuertes y rápidos entre los omóplatos con la base de la palma de la otra mano.
Si la víctima es un niño:
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Arrodíllate detrás de él y haz la misma maniobra que con los bebés, pero sin presionar con tanta fuerza como para levantarlo del suelo.
Si la víctima ha perdido el conocimiento:
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Colócate sobre las piernas de la persona y pon las palmas de las manos entre las costillas y el ombligo, poniendo una mano sobre la otra, y ejerce con presión usando el peso de tu propio cuerpo.
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Después, cuando la víctima vuelve en sí, debe acudir al médico.
Si la víctima está embarazada:
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Ejerce presión en la mitad del esternón desde detrás de la víctima. Si las presiones no expulsan el objeto, apoya el pecho de la mujer en una mano y da golpes en la espalda con la otra.
Si te encuentras solo:
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Siéntate y dobla el cuerpo de forma que tus piernas presionen tu estómago. Otra manera es presionar el vientre contra el respaldo de una silla o el borde de una mesa.