Victoria Herrero
Medicina preventiva
Medicamentos que los mayores no pueden mezclar bajo ningún concepto
Victoria Herrero
Foto: Bigstock
Jueves 26 de diciembre de 2019
ACTUALIZADO : Jueves 26 de diciembre de 2019 a las 7:25 H
6 minutos
Es importante que siempre informemos al médico de los fármacos que ya estemos tomando
Cuando tenemos una patología, acudimos al médico para que haga un seguimiento de ese problema y determine en cada caso el tratamiento farmacológico más adecuado para ponerle remedio. Sin embargo, puede que algunos de los medicamentos recetados no casen mucho con otra rutina farmacológica que ya estemos siguiendo por una enfermedad previa.
Es por ello que, sobre todo en las personas mayores, se debe poner especial cuidado ante posibles efectos secundarios o pérdida de efectividad a la hora de mezclar algunos medicamentos entre sí. Antes de saber qué medicamentos no se llevan bien con otros de tu botiquín, si se toman juntos recuerda esto: nunca te automediques y consulta siempre antes con tu médico.
Además, se puede aprovechar ese momento para informar al especialista de otros fármacos que estemos tomando actualmente o de forma crónica.
Malos compañeros, riesgos para tu salud
Para algo tan socorrido como un dolor de cabeza, la mayoría de las personas recurre al ibuprofeno, pero si nos excedemos en la dosis o los mezclamos durante bastante tiempo con anticoagulantes orales, puede hacer que aumente el riesgo de sufrir una hemorragia digestiva.
En el caso de estos últimos, tampoco son buenos compañeros si los tomamos de forma conjunta o al mismo tiempo que una sencilla aspirina. Se puede producir el mismo efecto secundario al que hemos aludido antes ya que ambos afectan a la coagulación de la sangre, pero en diferente forma.
Algunos de estos anticoagulantes que previenen la aparición de accidentes cardiovasculares tampoco se llevan muy bien con los medicamentos antidepresivos, como el citalopram o la fluoxetina, con los que se puede acelerar el sangrado.
Volviendo al ibuprofeno, tampoco resulta recomendable unirlo con antihipertensivos ya que puede hacer que el paciente sea incapaz de controlar su tensión.
Por su parte, aquellos que padezcan diabetes mellitus tipo 2 deberían tener cuidado a la hora de unir en su organismo algunos de los medicamentos que se emplean en este caso, como la metformina, con otros como los diuréticos o los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Algunas de sus nefastas consecuencias, en los casos más llamativos, se refieren a dolor abdominal, trastornos digestivos o calambres.
Por otro lado, antes de combinar fármacos para la epilepsia con antifúngicos (para evitar el crecimiento de algunos tipos de hongos o erradicarlos) es importante preguntar a los especialistas ya que hacerlo sin control puede dar lugar a fallos en el riñón, así como otro tipo de alteraciones como mareos, afecciones mentales o motoras.
¿Problemas a la hora de tomarlos?
Estos son solo algunos consejos que debemos tener muy presentes sobre la administración de fármacos y a los que se añaden otra serie de recomendaciones, como explican desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla (@COF_Sevilla). Por ejemplo, todo lo que atañe a la toma de estos fármacos, si se pueden partir, triturar o con qué alimentos o bebidas es mejor su ingesta.
Estos especialistas recuerdan de forma general que no se pueden manipular los medicamentos. Así, los fármacos de liberación modificada no se pueden dividir salvo que el médico nos diga que no hay problema alguno. Por el contrario, los que presentan un aspecto ranurado no pasa nada por cortarlos en porciones, siempre y cuando se tome el medicamento completo. Si, por el contrario, solo tomamos una parte, como alertan estos expertos, no aseguran que la eficacia para tratar ese problema de salud sea igual que si se toma entero.
Para esos comprimidos que se puedan hacer más pequeños y si tenemos ciertos problemas cuando ese triturado nos sabe mal, siempre podemos mezclarlo con algún tipo de crema para enmascarar el sabor. Algo que se puede hacer cuando se trata de una cápsula, si tenemos dificultades para tragarla.
En cambio, si nada de esto ayuda, siempre puedes preguntar a tu médico o farmacéutico por si existe el mismo compuesto con la misma eficacia pero en forma de sobres o jarabes.
Un buen vaso de agua siempre ayuda
Para tomar una pastilla, lo mejor en todos los casos es ayudarnos de un poco de agua y es que alguno de ellos no es muy aconsejable que se mezcle con leche o lácteos. Por no hablar de la irresponsabilidad que supone hacerlo bebiendo una copa de alcohol.
Algunos de estos fármacos conviene tomarlos con algo en el estómago para evitar daños en el mismo. Sin embargo, con otros es importante hacerlo con el estómago completamente vacío, como ocurre con el augmentine, un antibiótico para el tratamiento de infecciones bacterianas. Y es que ese alimento puede influir en el proceso de absorción de los principios activos contenidos en el medicamento. En la mayoría de los casos los efectos serían leves, pero en otras circunstancias puede derivar en un aumento o reducción de los efectos farmacológicos.
Por último, el momento adecuado para ingerir el medicamento será el que aparezca en el prospecto o nos haya indicado nuestro médico:
- En ayunas no es nada más levantarse, sino tomarlo una hora antes de comer o un par de horas después de acabar.
- Si es antes de comer, lo mejor es hacerlo media hora antes, aproximadamente. El mismo tiempo que si se indica que debe tomarse una vez hayamos comido.