Expertos dermatólogos alertan de la mala salud cutánea de las personas mayores

La frase es clave: la práctica totalidad de las personas mayores de raza caucásica presentan una lesión en su piel que puede ser considerada maligna o está a punto de tener ese grado de importancia. Así de contundentes se muestran desde el Grupo Español de Dermato-Oncología y Cirugía (@aedv_es). Un mensaje que sobre todo se lanza para prevenir el melanoma o cáncer de piel en este segmento de población con edad avanzada.

Pero ahí no queda la cosa, ya que según estos expertos esa prevención también debe hacerse efectiva para evitar otro tipo de tumores de tipo cutáneo que no son melanomas y que en los casos más graves incluso pueden derivar en una metástasis. En esos casos dramáticos, en un 1% de los diagnósticos, esa mala evolución puede llegar a invadir tejidos cercanos como los músculos, el hueso, las estructuras vasculares o incluso las nerviosas. 

Al hilo de esto último, estos expertos hablan de datos preocupantes: prácticamente la mayoría, un 95% de los diagnósticos de cáncer de piel en nuestro país, no responden a la denominación de melanoma. Pero es peor, se trata de casos que cada año aumentan en un 10% en lo que se refiere a nuevos afectados. Tumores que se podrían evitar en la mayoría de las ocasiones si tomásemos las medidas pertinentes cuando nos exponemos a los rayos del sol. Eso y hacernos las revisiones recomendadas, sobre todo las personas mayores, para comprobar que nuestra piel goza de buena salud. 

Años de advertencias

La recomendación lanzada por parte de estos dermatólogos no es algo nuevo. Es una advertencia que se lleva realizando años y que confirma lo que otros colegas de profesión, a nivel internacional, ya han puesto sobre la mesa al hilo de estos graves problemas de piel en los mayores de 65 años. Por poner un ejemplo, la Asociación Europea de Demato-Oncología recuerda la importancia de esa prevención mientras ofrece una cifra alarmante: la mitad de las personas que superan esa edad padecerán en un futuro algún tipo de cáncer cutáneo, sobre todo el denominado carcinoma basocelular. Hablamos de un tumor, el de piel, que es el más frecuente a nivel mundial.

A pesar de las innovaciones y mejoras en los tratamientos, no hay mejor solución y prevención que el concienciarse de lo peligroso que resulta la exposición al sol sin ningún tipo de barrera o medida protectora. Pero no solo en las zonas de la cara más visibles, así como en el cuello o la cabeza. En algunos casos, por curioso que resulte, se han dado situaciones de tumores similares que se han desarrollado en las plantas de los pies o incluso en las uñas. En este caso, detectarlos es más complicado y lleva más tiempo por lo que se antoja beneficiosa una visita periódica al podólogo. 

La piel tiene la capacidad de recordar

Puede que llevemos años "maltratándola" y ella siga al pie del cañón. Pero no para siempre. Lo bueno (o malo, según se mire) es que la piel tiene capacidad de memoria y, pasados unos años, puede devolver todo ese daño causado en forma de patología cutánea. Para que esto no ocurra, la prevención debe hacerse desde que somos niños y todo el año; no solo los días que vamos a disfrutar de unas horas en la playa.

¿Y qué pasa con los mayores? Nunca es tarde para cuidar su piel, por eso es importante seguir algunos consejos no solo para esos momentos al aire libre, sino para cuidar en general una piel que también se ve alterada debido al envejecimiento. Y es que ese paso del tiempo modifica la estructura de la dermis, así como sus funciones. 

• Aplicarse en la piel una crema adecuada y con la protección óptima para prevenir el daño de agentes externos, sobre todo del sol. Una buena práctica que se debe hacer todos los días del año, incluso si es invierno y el día ha salido nublado. Si vamos a estar bastantes horas fuera de casa, repetir la aplicación de esa loción protectora cada dos horas o si se suda en exceso. 
• En los días en los que esa radiación ultravioleta es más intensa, evitar las horas centrales del día, aprovechar para permanecer en espacios con sombra y llevar siempre la cabeza protegida y unas buenas gafas de sol.
• Junto a estos consejos, es saludable vigilar periódicamente cómo se encuentra la piel. Es por ello que debes acudir a un médico si observas que han aparecido nuevas manchas o lunares o las marcas que ya tenías cambian de aspecto, color o tamaño.
• Es recomendable seguir unas medidas de higiene adecuadas, además de hidratar tanto el cuerpo como el cuero cabelludo de estas personas mayores. En el cuerpo, por ejemplo, también se pueden emplear aceites para evitar que la piel de estos mayores, que suele estar muy seca, sea más propensa a la descamación o aparición de llagas. 
• Un cuidado que debe extenderse a los pies y las uñas; determinantes en lo que se refiere a la movilidad, la autonomía y la calidad de vida de estas personas mayores. Recuerda lo que hemos comentado antes de algunos tumores que aparecen en estas zonas del cuerpo.