Teresa Rey
Medicina preventiva
Dolor en la ingle: causas y factores de riesgo en mayores
Teresa Rey
Foto: Bigstock
Miércoles 15 de diciembre de 2021
ACTUALIZADO : Miércoles 15 de diciembre de 2021 a las 15:12 H
5 minutos
En los casos más leves es consecuencia solo de un desgaste excesivo por movimientos repetitivos
La ingle puede presentar de forma espontánea un pequeño dolor, que en los casos más leves suele ser consecuencia de un desgaste excesivo de la misma por movimientos repetitivos. Es por ejemplo habitual en deportistas que juegan al hockey, esquían o practican el fútbol. Si además hemos realizado algún esfuerzo fuera de lo habitual o nuestro trabajo implica un mayor movimiento de esta zona puede verse afectada y dañarse. Es decir, el uso excesivo o desgaste cotidiano puede generar alguna molestia en las ingles.
La causa del dolor
Las zonas inguinales se ubican a ambos lados del cuerpo en los pliegues donde el abdomen se une con las piernas, y el pubis se halla entre ambas partes. Lo más molesto de este tipo de lesión es el dolor que generan, pero si se trata de lesiones leves, tienden a remitir con el tiempo sin más. Será necesario aliviar los síntomas con algún fármaco y seguir las pautas de reposo o movimiento que nos indique el médico.
Primero hay que determinar la causa que ha provocado el dolor. Si se ha producido una lesión, esta probablemente sea consecuencia de un golpe directo, una caída o tal vez por haber adquirido una mala posición al doblar la pierna. Es frecuente que aparezca una distensión o desgarro muscular en dicha zona tras por ejemplo correr o pegar una patada a la pelota con más intensidad de lo normal, si estamos jugando al fútbol. También si levantamos, empujamos o tiramos de objetos pesados. En estos casos el dolor surge de forma súbita y a la par puede que oigamos un chasquido en la cadera o en la pierna, con la aparición de inflamaciones y moretones, que incluso pueden surgir unos días después de la lesión.
En el supuesto de la que zona inguinal haya estado sometida a mucha tensión por un uso continuado, puede igualmente acabar dolorida. Esto da lugar a una distensión muscular o desgarros e hinchazón. En ocasiones genera una rotura fina en un hueso, llamada fracturade esfuerzo, problemas de cadera, y hasta bursitis (inflamación de unas bolsas pequeñas que amortiguan los huesos y otras partes del cuerpo).
Uno de los motivos de dolor crónico en la ingle es la osteítis del pubis, una infección debido a la tensión que sufre la sínfisis pública. Futbolistas y corredores de larga distancia la poseen con más frecuencia.
En ocasiones, una fuerza excesiva hace que un tendón o un ligamento se separen de un hueso, originando un desprendimiento del mismo. Esto es lo que se conoce como fracturas avulsivas, que son más comunes en atletas adolescentes.
De igual modo, puede ser consecuencia de una hernia inguinal, que es cuando aparece un bulto de tejido blanco en un punto débil de la pared abdominal de la parte de la ingle. Algo que es posible les suceda a deportistas de élite.
La zona es objeto de infecciones a veces, de modo que surgen bultos o una inflamación. Los ganglios linfáticos de la ingle se agrandan y duelen en el caso de algunas infecciones. Si es algo leve desaparecerá pasados unos días. Otra de las casusas son los salpullidos, que son consecuencia normalmente de tiña u hongos en forma de levadura.
Cuando el dolor en la ingle proviene de otras enfermedades, se produce una irradiación o dolor referido. Si experimentamos un tirón muscular en un ligamento o tendón de la pierna, es probable que sintamos alguna molestia en la ingle. Por otra parte, es posible experimentar molestias en las ingles en casos de paperas, cálculos renales, ciática, algunos problemas en los testículos, infecciones en las vías urinarias, osteoartritis, tumores, etcétera.
¿Cuándo acudir al médico?
Hay que plantearse el acudir al médico cuando el dolor inguinal presenta unas características específicas.Por ejemplo, si se asocia a un dolor de espalda, abdomen o pecho. También si surgen molestias en los testículos que además se acompañan de náuseas, vómitos, fiebre, escalofríos y sangre al orinar.
Si el dolor es intenso, no mejora con el paso del tiempo, y se sienten dolores en otras partes de organismo aunque sean leves como en los testículos, en la zona inferior del abdomen, etcétera. Entonces es recomendable acudir a un médico.
El dolor en la ingle ocasionado por un desgarro, esguince, un asunto menor, etc., se aborda tranquilamente desde casa, adoptando las pautas que nos indique el profesional de salud que nos atienda. Generalmente, se indica alguna medicación para calmar el dolor, además de la recomendación de colocar algún elemento frío para bajar la inflamación y, sobre todo, reposo durante el tiempo que nos indique para que se produzca una recuperación plena de la distensión muscular que hay en la zona.
En el caso de que la molestia se origine debido a una enfermedad subyacente, el tratamiento se dirigirá a mejorar esta condición que trae como consecuencia esta sintomatología y otras asociadas.