Victoria Herrero
Medicina preventiva
La actividad física en las mujeres ayuda a reducir el riesgo de fractura tras la menopausia
Victoria Herrero
Foto: Bigstock
Jueves 26 de diciembre de 2019
ACTUALIZADO : Jueves 26 de diciembre de 2019 a las 7:20 H
6 minutos
Estas lesiones se asocian con una pérdida de independencia y una limitación física para la paciente
Lo mejor para prevenir y reducir el riesgo de que se produzcan fracturas óseas en las mujeres que ya han pasado la menopausia es hacer algo de ejercicio físico de forma regular.
Así lo recoge un estudio de la Universidad de Buffalo (@UBuffalo), que observó que se producían menos lesiones de los huesos de estas féminas en aquellas que hacían, de media, unos 35 minutos de deporte a la semana, en comparación con las que apenas se movían. En total, más de 77.000 participantes se sometieron a esta observación durante 14 años para poder extrapolar estos resultados tan satisfactorios.
Pero, como apuntan estos expertos, para estar en forma y notar esa mejoría física no hace falta apuntarse a deportes que demanden un gran esfuerzo o tomarse muy a pecho eso de mover el cuerpo. Simplemente con andar de forma habitual y a un paso ligero ya se está haciendo mucho a la hora de enriquecerse en este aspecto.
De esta manera, se evita que estas consecuencias nefastas, en el caso de aquellas mujeres que han pasado por esta etapa vital, redunden en una pérdida de autonomía, un incremento de las limitaciones físicas y, en los casos más graves, un aumento de la mortalidad.
Pero no hablamos solo de la rotura de las articulaciones, sino de prevenir la aparición de la osteoporosis y la descalcificación de los huesos. Y es que al dejar de tener la menstruación, el cuerpo ya no produce estrógenos, que es una hormona que ayuda a regular la proporción del hueso y la asimilación de calcio para producirlo. Con cada año que pasa sin que hagamos algo de ejercicio físico, en lo que a estas mujeres tras la menopausia se refiere, la musculatura y los huesos van perdiendo consistencia y fuerza. Es por eso que al mínimo golpe se puede producir una fractura.
Por si fuera poco, estar en forma una vez se ha pasado la época de la menopausia puede traer otra serie de beneficios:
- Previene el aumento de peso al reducir la masa muscular y empezar a ganar grasa abdominal.
- Disminuye el riesgo de sufrir algunas enfermedades y patologías de tipo cardíaco, además de la diabetes tipo 2 o la hipertensión arterial.
- El ejercicio físico también tiene un efecto a nivel estético ya que al estimular la producción de colágeno se traduce en una piel más elástica y firme.
La medicina del deporte también en un plano mental
Pero las bondades del deporte en el caso de estas mujeres no solo atañen a la mejora de su salud ósea, practicar ejercicio físico resulta muy completo a todos los niveles. También en el psicológico. Es por ello que algunos expertos, como los de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Politécnica de Madrid (@inefmadrid), son más partidarios de recetar una buena dosis de natación, pilates o senderismo entre la naturaleza y no tanta pastilla para paliar los efectos secundarios de esta etapa que pasan las mujeres.
En definitiva, se aleja el estrés, la irritabilidad o el bajo estado de ánimo que suele acompañar a la etapa de la menopausia. Y con esto se logra que se reduzcan las posibilidades de padecer una depresión en el futuro o que el deterioro cognitivo avance más rápidamente.
Por ello, entre los ejercicios que se recomiendan en este sentido destacamos las actividades aeróbicas, como trotar a paso ligero, montar en bicicleta o nadar; fortalecer la parte muscular por medio de pesas o bandas elásticas adecuadas a las capacidades de cada mujer; así como rutinas físicas donde se mejore el equilibrio. En este último caso, puede resultar muy adecuado practicar algo de tai chi.
Incluso puedes animarte a hacer danza del vientre. No solo es una manera de lo más original para mantenerte en forma y divertirte a partes iguales, sino que al empezar a practicarla notarás cómo se van ejercitando los músculos del suelo pélvico. Una serie de movimientos sensuales que también son muy aconsejados durante la menopausia para prevenir la incontinencia urinaria y mejorar las relaciones sexuales.
Y, por supuesto, no te olvides de estirar bien antes y después de esa práctica deportiva para evitar lesiones inoportunas y enriquecer la flexibilidad de esos músculos que a continuación trabajaremos.
Pero, cuidado...
En estos nuevos hábitos que incorporarás a tu vida, es mejor que te olvides de elegir deportes de alto impacto o que sean demasiado intensos, como pueden ser las carreras a gran velocidad o el fitboxing con golpes. Y es que aunque esa rutina física ayuda a mejorar las articulaciones, estas no pasan ahora por su mejor momento por lo que tampoco es aconsejable aquellas modalidades que impliquen roce y potencia o que buena parte del ejercicio se base en saltar, ya que puede ser muy probable que se produzca alguna que otra caída.