Victoria Herrero
Medicina preventiva
La prehabilitación, una ayuda para los mayores que afrontan una cirugía o tratamiento
Una serie de pautas psicológicas, nutricionales y deportivas para afrontar ese procedimiento
Cuando una persona recibe una mala noticia sobre su salud, puede que este anuncio venga acompañado de un tratamiento o una intervención quirúrgica. Una situación que genera en ese paciente un estado de ansiedad y nerviosismo. Es por ello que en centros sanitarios de nuestro país se pusieron en marcha hace tiempo unidades específicas, denominadas de prehabilitación, para preparar y acompañar a estos pacientes.
Un área que cada vez está adquiriendo una mayor importancia dada su efectividad, sobre todo en intervenciones importantes realizadas en el corazón o con procesos oncológicos y pacientes con edad avanzada.
De esta manera, y gracias a este sistema, afrontan esas terapias o intervenciones de la mejor forma posible. Es decir, se busca mejorar la reserva funcional del paciente, especialmente si pertenece a la tercera edad, con un programa de atención personalizada. Como se suele realizar en los casos de personas que tienen una cirugía o tratamiento programado (no de tipo urgente), ese estudio previo pretende conocer las condiciones físicas y psicológicas en las que se encuentra.
Hablamos de una serie de herramientas preoperatorias que se circunscriben a aspectos como el ejercicio físico, las pautas nutricionales o ciertas terapias para relajar la mente ante esa cirugía o tratamiento que le espera, sobre todo si te trata de una enfermedad oncológica. En este sentido, expertos de centros como el Hospital Clinic (@hospitalclinic) recomiendan que el paciente se mantenga activo haciendo algo de deporte para que sus sistemas cardiovascular e inmunológico estén preparados, además de seguir una dieta saludable y equilibrada donde no pueden faltar las proteínas e hidratos de carbono.
Recomendaciones que se establecen dentro del protocolo normalizado que se realiza en el preoperatorio anestésico tradicional y que se acompañan de un apoyo psicológico para hacer frente al estrés de dicho tratamiento u operación.
“El objetivo es que el paciente participe de forma activa en su propio proceso quirúrgico, se comprometa y se prepare. Y que no solo mejore a corto plazo, sino que adquiera hábitos de vida saludables que sea capaz de mantener a lo largo del tiempo”, explican los responsables de la unidad de prehabilitación de este hospital de la ciudad condal. Al tiempo, recuerdan que esas operaciones (incluso sin complicaciones importantes) pueden hacer que se reduzcan hasta en un 30% la capacidad funcional de esas personas que han sido intervenidas quirúrgicamente.
También tras una operación o tratamiento
Precisamente, este centro hospitalario fue pionero a la hora de poner en marcha este servicio asistencial pero, en este caso, para reducir las complicaciones después de una cirugía y acelerar la recuperación del paciente, especialmente cuando se trata de una persona mayor. Para mejorar los resultados de las operaciones, detallan estos expertos, es clave identificar en qué pacientes existe un mayor riesgo de complicaciones futuras. De esta manera, se pueden establecer ciertas estrategias para prevenirlas, tratarlas de una manera anticipatoria y reducir la posible incidencia o gravedad que tengan. Y entre esas estrategias tenemos la prehabilitación.
¿Cómo afrontar una cirugía o tratamiento mentalmente?
Cuando a uno se le dice que se debe someter a una intervención que reviste cierta gravedad o importancia, o debe seguir un tratamiento complejo (por ejemplo, para tratar un cáncer) son muchas las dudas que nos asaltan. Se desarrolla un estado de ansiedad al tratar de encontrar respuestas a cómo irá el procedimiento y si se resolverá satisfactoriamente para nuestra salud.
Es por ello que parte importante de ese servicio de prehabilitación se centra en ofrecer las herramientas necesarias para ese control psicológico. De lo contrario, el miedo o la incertidumbre pueden hacer mella en el paciente si no sabe cómo manejar esas circunstancias personales:
- Cuando el médico explique todo acerca de la operación, es recomendable que el paciente le haga todas las preguntas que considere; por muy tontas que a uno le puedan parecer. Se trata de una forma de despejar todos los temores y estar más tranquilos frente a futuras complicaciones o consecuencias.
- El ejercicio físico que forma parte de la prehabilitación no solo ayudará a la salud del organismo, sino que te permitirá, además, liberar el estrés y estar más tranquilo. Si lo precisas, puedes llevar a cabo técnicas de relajación o mindfulness.
- Dentro de estos ejercicios mentales también puede venir muy bien realizar otros de visualización positiva. Es decir, imaginar cómo se encontrará uno tras la operación o el tratamiento y los planes vitales que retomará o realizará una vez haya pasado este bache.
- Los días previos es bueno mantenerse distraído con las aficiones de cada uno, acompañarse de amigos y familiares y demostrar un buen humor. Y es que no es nada nuevo aquello de que, en algunos casos, la risa es la mejor medicina.