Victoria Herrero
Medicina preventiva
La neumonía en adultos ya causa más muertes al año que los accidentes de tráfico
Entre las medidas preventivas para evitar esta infección pulmonar está la vacunación
Es un dato importante a tener en cuenta. La incidencia creciente de una patología como es la neumonía en nuestro país hace que incluso cause más muertos, entre la población adulta, que las vidas que se llevan los accidentes en las carreteras. Así se extrapola de diversos datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística de España (@es_INE).
Su incidencia en personas mayores
Una situación que no es ajena al resto de países desarrollados, en los que los mayores de 65 años (así como los que tienen un sistema inmune debilitado o enfermedades previas) son los más propensos a sufrir esta infección, que provoca la inflamación de los sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Dicho con otras palabras, ese proceso lleva a que el paciente sufra tos con flemas o pus, fiebre alta, escalofríos y dificultad para respirar. En algunos casos y con las primeras señales, algunas personas confunden la neumonía con un caso serio de gripe.
Virus, hongos o microorganismos son los principales causantes de este serio problema de salud. Así, desde la OMS (@OMS_es) hablan de los más comunes en este sentido:
- Streptococcus pneumoniae: la bacteria más habitual que nos encontramos como causante de las neumonías.
- Haemophilus Influenzae del tipo b (Hib): esta sería la segunda más común en esta infección.
- Virus sincicial: especialmente cuando esta patología presenta un origen vírico.
- Pneumocystis jiroveci: este hongo ataca sobre todo a pacientes con un sistema inmunológico debilitado.
Para tratar la neumonía se acuerdan medidas farmacológicas, como es el caso de la administración de antibióticos, sobre todo la amoxicilina. Pero en los casos de mayor gravedad, si ese paciente es adulto, puede llegar a ser hospitalizado para continuar su tratamiento. Y es que no podemos olvidar que la neumonía puede ser mortal, como le ocurrió a más de 10.000 personas en nuestro país en el año 2017.
Por eso, los expertos a los que aludiremos a continuación insisten en la importancia de la vacunación contra el neumococo, sobre todo en el caso de las personas mayores, y es que a más edad, más probabilidades de sufrir un episodio de neumonía. Se multiplica por 10, para ser concretos.
"La incorporación de la vacunación antigripal y antineumocócica en el adulto obedece al envejecimiento de la población de nuestro país y al fenómeno de inmunosenescencia, de tal forma que a partir de los 60 o 65 años, el sistema inmunológico sufre un deterioro que hace que la respuesta frente a las enfermedades infecciosas sea menor. De dichas enfermedades, las más importantes por su frecuencia son la neumonía neumocócica y la gripe", explican.
De esta manera y gracias a que uno sea responsable con las vacunas, se actuará a modo preventivo y se evitará que esa lista de fallecidos debido a una neumonía aumente cada año en nuestro país. "La neumonía sigue siendo un problema importante. De hecho nos gusta recordar un dato: que es la primera causa de muerte por infección en España y en el mundo. Y esto es algo que se nos olvida. Además, es la décima causa de muerte de forma global", recuerdan desde el Servicio de Neumología del Hospital La Fe (@HospitalLaFe).
Estos mismos expertos inciden, además, en otro aspecto que pasa desapercibido cuando se da un caso de neumonía en personas mayores de 65 años. Y es que esta infección no solo tiene consecuencias durante el momento agudo, sino que el organismo no se recupera lo suficiente y hay repercusiones a largo plazo. "Se ha visto que tras haber padecido una neumonía aumenta el riesgo cardiovascular de los pacientes hasta entre 1 y 10 años después de la neumonía", argumentan.
Vacunación y otras pautas preventivas
Para evitarlo, la vacunación es una de las mejores acciones preventivas que pueden hacer estos mayores, pero hay alguna más que actúa en el mismo camino. Es el caso de abstenerse de fumar y evitar el exceso de alcohol.
Y cuando se trata de una persona mayor que ya de por sí padece una patología respiratoria previa, es esencial mantener una serie de cuidados en el apartado de la higiene, como no taparse con la mano cuando uno estornuda (es mejor hacerlo con el brazo), usar pañuelos de uso único en lugar de los de tela de toda la vida, lavarse las manos de forma frecuente y evitar el contacto con personas que están enfermas.
Y una premisa que igual resulta desconocida. Es importante que estas personas mayores revisen de manera frecuente y anual su salud bucodental, como explican estos expertos del hospital valenciano, pues muchas de las bacterias que podemos tener en la boca (sobre todo en los casos de pacientes fumadores) facilitan ese contagio, que deriva en una neumonía e infecciones respiratorias asociadas.